Para unos es un lugar de descanso después de hacer las compras en el Mercado Central de Alicante. Para otros es el sitio donde desayunar a diario o donde quedar con los amigos el sábado al mediodía para tomar unas tapas y comenzar el «tardeo», esa moda que se inició hace algunos años y que consiste en salir de fiesta por la tarde en vez de por la noche y que arranca aquí aprovechando la cercanía de los puestos del mercado para acompañar la cerveza con jamón o queso recién cortados o las tapas que ofrecen los bares de la zona. La Plaza del 25 de Mayo está de moda. Aquí se dan cita actores callejeros, partidos políticos repartiendo panfletos en elecciones, grupos de baile infantil, vecinos que reivindican el mal estado de su calle, señoras de mediana edad con pendientes de perlas, borrachos con la botella en una bolsa de plástico y mendigos tomando el sol en los bancos. Y cada vez más, grupos de chicas con penes de goma en la cabeza o de chicos con tutú llegados de toda la provincia para iniciar aquí la despedida de soltera o de soltero que acabará a las tantas en el Barrio.

Homenaje

La Plaza del 25 de Mayo es una de las más vivas de la ciudad, pero también la más simbólica ya que éste fue el escenario del tristemente famoso bombardeo del 25 de mayo de 1938 a cargo de la aviación fascista italiana, nueve aviones que lanzaron 90 bombas sobre el mercado causando la muerte de más de 300 civiles a cuyo recuedo se dedicó la plaza en 2010 a petición de la Comisión Cívica para la Recuperación de la Memoria Histórica y de la Plataforma Cultural Alicante Vivo. En recuerdo de las víctimas del bombardeo se inauguró el 25 de mayo de 2013 el memorial «Todos los días a las 12» formado por nueve piezas de aluminio (una por cada avión fascista) colocadas en el suelo frente a la puerta trasera del Mercado Central en las que se insertaron 330 perforaciones con luz en recuerdo de los fallecidos.

La plaza como tal, con todo, es reciente. Donde se encuentra ahora estaba a principios del siglo pasado la antigua plaza de Balmes hasta que se construyó el Mercado Central en los años 20. En 1990 se creó la plaza actual de 2.900 metros cuadrados sobre parte de la planta baja del mercado y elevada con respecto a las calles que la circundan: Capitán Segarra, Balmes y Calderón de la Barca. Por su ubicación, se denominó Plaza del Mercado aunque muchos alicantinos la llamaban y la siguen llamando Plaza de las Flores por los puestos de venta de flores instalados en uno de los laterales del recinto. Dos bares con grandes veladores y terrazas ocupan gran parte de la plaza en la que también llama la atención la figura de bronce del artista Gastón Castelló sentado en uno de los bancos que se confunde con cualquiera de los transeúntes que hacen un alto entre compra y compra.