La máquina de escribir que utilizó cuando era corresponsal, la lechera en la que sacaba los poemas de la cárcel, las cartas a su esposa... Esos son algunos de los casi 6.000 documentos y 26.684 imágenes del legado del poeta oriolano Miguel Hernández que desde ayer son de acceso público a través de internet (www.dipujaen.es/miguelhernandez).

Han sido dos años de trabajo para registrar cada uno de los 5.819 manuscritos, folletos, partituras, prensa histórica y grabaciones sonoras, más las imágenes, que componen el archivo de Miguel Hernández adquirido por la Diputación de Jaén a la familia del poeta en 2012, explica su presidente, Francisco Reyes. De ellos, cerca de un millar son manuscritos literarios y unos 1.700, cartas y correspondencia del poeta con artistas, además de libros, cuadros y obra gráfica.

Reyes presentó a noche en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, junto a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, la conclusión del proyecto de digitalización, un compromiso que adquirieron con la familia cuando compraron por tres millones de euros el legado. El Instituto de Estudios Giennenses (IEG) custodia desde agosto de 2012 el conjunto del legado, fruto del acuerdo firmado entre la Diputación de Jaén y los herederos propietarios del mismo, que lo sacaron del Archivo Municipal de Elche. Parte del legado del poeta se encuentra en el museo Miguel Hernández/Josefina Manresa, inaugurado en marzo de 2015 en Quesada (Jaén), en la localidad natal de la mujer de Miguel Hernández, Josefina Manresa (1916-1987).

Manresa era hija de un guardia civil que fue trasladado a Orihuela siendo ella muy pequeña, y fue allí donde, con 17 años, conoció a Hernández. El 9 de marzo de 1937, en plena Guerra Civil, se casaron. En ese tiempo, Hernández (1910-1942), alistado en el ejército de la República, fue nombrado responsable de información del Gobierno y destinado al frente de Jaén como comisario de cultura para dirigir el periódico Altavoz del Frente Sur.

El interés de la familia era que el legado quedara asegurado en su unidad e integridad y de ahí surgió una primera propuesta de cesión de uso a la Diputación; la creación en Quesada de un museo que vinculara a Hernández y Manresa a la localidad; y la custodia del conjunto del legado por 20 años.

«El legado estaba entonces desprotegido y se llegó a un acuerdo con la familia para que se depositara en el IEG con el objetivo de custodiarlo e inventariarlo. El propósito no era guardarlo en cajas sino hacer posible que llegara a cualquier sitio en el que haya interés por su obra, lo que es posible gracias a internet», detalla Reyes. La idea ha sido siempre, subraya, «hacerlo más universal y acercarlo no solo a los estudiosos sino todos los hernandianos del mundo».

Esta iniciativa marca el comienzo de la conmemoración conjunta que llevarán a cabo la Comunitat Valenciana y Andalucía del 75 aniversario de la muerte de Miguel Hernández, efeméride que se cumple en 2017. Ximo Puig dijo anoche que Orihuela y Jaén constituyen «los territorios que fueron su cuna y en los que desarrolló sus sentimientos». Hernández constituye «el reflejo del poeta comprometido con su tiempo, con sus conciudadanos, con la libertad y con la democracia», así como un «símbolo de la represión franquista», recalcó Puig.