Óscar Bernácer se quedó con ganas de más después de dirigir Bikini, el cortometraje que narraba la entrevista del alcalde de Benidorm Pedro Zaragoza con Franco para permitir esta prenda en sus playas, multipremiado en cerca de 70 festivales. Tres años después de iniciar el proyecto, este director mallorquín vuelve a mostrar la ciudad de Benidorm en pantalla grande con El hombre que embotelló el sol, un documental cuyo título alude a una campaña de promoción de vino de la época, que ahonda en el origen de la capital del turismo a través de su visionario alcalde y con el mismo tono cómico.

Este largometraje, del que Bernácer prepara ya una segunda parte, se preestrena mañana en Benidorm y este fin de semana en otros puntos de la provincia.

«Cuando nos pusimos a hacer Bikini y a investigar sobre el personaje de Pedro Zaragoza en Benidorm vimos una mina de oro. Ahora el volumen de material ha sido mucho mayor que con el corto: tres años de trabajo, más de cincuenta entrevistas... una travesía muy larga, dura a veces pero muy divertida y quería que el documental también tuviera un tono cómico y de diversión, como Benidorm», explica Óscar Bernácer (Palma de Mallorca, 1978) que ahonda en los mitos fundacionales del Benidorm que conocemos hoy focalizado en la persona de Pedro Zaragoza, ya que «la premisa era entender cómo se hizo».

Bernácer, acostumbrado a sus «calitas solitarias» en Mallorca, recuerda que pisó Benidorm con 17 años hace dos décadas «y me quedé perplejo», afirma, tras indicar que ha querido invitar al público a que se acerque al cine desprovisto de estereotipos sobre esta ciudad.

«A veces tenemos muchos prejuicios con Benidorm porque quizá a nivel estético no te guste y te conviertes en un hater (enemigo) sin ni siquiera haberlo pisado nunca», apunta el cineasta, a quien admite que le llegó a pasar y tras ahondar en su historia «ves que tiene sentido y que es un lugar especial en el Mediterráneo. Yo le estoy cogiendo cariño».

Entender la gestación de un modelo que revolucionó el panorama turístico del país en los años 50, que se ha convertido en el paradigma del turismo de sol y playa, de clase media y masivo a través de las historias, testimonios y anécdotas que se cuentan era el principal objetivo del director.

«Una cosa es lo que te dicen sobre Benidorm, otra cosa es verlo y otra, entenderlo. El documental se sitúa en esa fase, en la de ver la ciudad a través de la trayectoria de Pedro Zaragoza como alcalde, y de las fórmulas aplicó para que funcionara, porque a simple vista crees que Benidorm es un caos, pero es al revés: el caos es lo que se ha dado en otras zonas de la costa y aquí se vio que había una demanda vacacional que requería muchas camas, piscinas y hoteles, y que si no se hacía de manera ordenada era imposible. Aquí supieron entenderlo».

Y el primero, Zaragoza, un alcalde falangista y defensor del régimen que vio salida en el turismo y sorteó la España nacional y católica para desarrollar su modelo, «otro habría claudicado, pero él insistió», y también el talante de los habitantes de Benidorm.

Entre los entrevistados, hay familiares y conocidos de Zaragoza, así como pioneros locales de la hostelería benidormí, como Jaume Climent o Pepita Moncho, pero también rostros conocidos como el cantante Raphael o el cineasta vasco Borja Cobeaga, entre otros. Queda, no obstante, mucho material fuera, que Bernácer prevé reunir en una segunda parte, más sociológica y medioambiental y cuyo título provisional es Here comes the sun.

El hombre que embotelló el sol, producido por Nakaruma, se preestrena el jueves 24 en los cines Colci de Benidorm y se estrena el viernes 25 en los Kinépolis de Alicante, Roma de Alfaz del Pi, L'Altet de Cocentaina y Cinemax de Petrer e IMF de Finestrat.