Una niña de 14 años con cáncer terminal ganó poco antes de su muerte el mes pasado una batalla legal para preservar su cuerpo congelado a fin de encontrar algún día un tratamiento para curarla, informan los medios británicos.

La adolescente, cuya identidad no puede ser revelada por razones legales, acudió el mes pasado al Tribunal Superior de Londres para que autorizara a su madre a llevar su cuerpo a una unidad especializada en criogenización, consistente en enfriar un cuerpo con la esperanza de ser reanimado, en Estados Unidos.

El caso llegó ante la Justicia ya que sus padres, que están divorciados, no se ponían de acuerdo sobre los deseos de su hija, que había investigado en Internet la técnica de congelar el cuerpo.

El tribunal dictaminó que su madre, que apoyaba los deseos de su hija, era la única persona que podía tomar la decisión final sobre el destino del cuerpo, indican los medios.

La división de familia del Tribunal Superior de Londres atendió el caso, pero dictaminó que no podía ser divulgado a la prensa hasta después de la muerte de la menor -residente en Londres- y tampoco se autorizó revelar la identidad de los padres.

El juez Peter Jackson, a cargo del caso, visitó a la niña en el hospital y admitió sentirse conmovido por la «valiente forma» en que afrontaba el poco tiempo de vida que le quedaba. Agregó que este ha sido el único caso de este tipo que llegaba ante la Justicia y resaltó que plantea nuevos interrogantes.