El pasado mes de abril el conseller de Cultura, Vicent Marzà, anunciaba que Alicante tendría una delegación territorial del Instituto Valenciano de Cultura -hasta ahora CulturArts- con el fin de descentralizar la gestión y que esa plaza se eligiría a través de concurso público. El anuncio de que esa plaza se cubrirá con un concurso pero destinado a funcionarios ha levantado la protesta de la Asociación de Artistas Contemporáneos de Alicante, que considera que «tendrá como consecuencia la neutralización de la política territorial, convirtiéndola en un asunto técnico».

El director del IVC, Abel Guarinos, quiso aclarar que podrá ser «cualquier funcionario de la función pública, contando las universidades, que tenga experiencia en la gestión, pero que será del entorno de Alicante porque tiene que conocer la realidad social y cultural de la zona, para que se implique en la sociedad en el ámbito de la provincia».

Destacó también que ese delegado territorial «debe unificar la filosofía del IVC para que llegue por igual a toda la Comunidad». Además, «debe tener experiencia en la gestión y no me vale que digan que también tienen esa experiencia los productores privados del sector escénico o artístico, porque la gestión pública es otra cosa; esa persona va a hacer una gestión cultural determinada y es bueno que sepa su funcionamiento; por eso se opta por ese perfil y además no perjudica al resto».

En este sentido, afirmó que «se podía elegir a dedo pero Marzà quiso que fuera un concurso, para que resulte de un proceso de selección en base a un currículum profesional y que sea un comisión la que evalúe, en la que el 33% será personal de la Administración, el 33% de la sociedad civil y 33% del sector profesional».

Guarinos apuntó que sí que serán concursos públicos abiertos los que se saquen para la elección de las tres direcciones adjuntas: artes escénicas, audiovisuales y cine, y música y cultura popular. «Para estas tres direcciones adjuntas sí que se exigirá experiencia, pero sobre todo se valorará la presentación de un proyecto».

Sin embargo, ACOA considera que «las consecuencias de esta falta de presencia pública de la delegación territorial de Alicante, sin una persona elegida por convocatoria pública, con el indudable valor representativo que esto tendría, se traducirá en la indefinición de la política cultura de Alicante, una vez más».

Por eso, esta asociación manifiesta en un comunicado que «Alicante necesita una voz rotunda que defienda sus intereses, pero esto parece que resulta incómodo para el centralismo valenciano que una vez más ningunea a Alicante incumpliendo las promesas dadas».