¿Por qué Alicante?

Quería hacer Madrid porque es donde vivo y las otras dos teniendo en cuenta que fueran ciudades donde la gente quisiera verme tres veces y que encajara logísticamente. Alicante siempre me ha tratado muy bien, nunca he tenido problema de llenar las salas, el público es receptivo y educado.

Acustiquísimo, trío y eléctrico. Desde luego novedoso el formato es.

Para nosotros es algo inusual. Fue idea de Ernesto Muñoz, que es mi mánager y un generador de ideas que va a una velocidad más rápida que la mía. Pero la idea fue pensando en el público, para darle la oportunidad de que eligiera. Es un regalo para ellos.

Y también un reto.

Sí, es un reto, claro. De hecho, yo tenía mis reticencias. Siempre creo que me quieren menos de lo que luego suele pasar.

En cada ciudad contará con artistas invitados. ¿En Alicante?

Es sorpresa. Queremos que no sea un reclamo sino un regalo.

Cualquiera de los tres formatos insta al contacto con el público. ¿Se está recuperando ese calor de las salas pequeñas?

Yo creo que los músicos siempre vamos a preferir tocar en una sala grande llenándola porque significa que nuestro proyecto ha crecido. Pero sé que al publico le gusta más la sala pequeña; a mí también como público. Pero es cierto que ahora todo el mundo ha tenido que volver a lugares más pequeños. Las crisis generan pensar qué hay que hacer para que todo funcione de otra manera. Esperamos que nos recuperemos y que volvamos a las salas pequeñas pero por voluntad.

¿Renovarse o morir?

Hace mucho tiempo que asumí esa máxima. No te puedes quedar sentado esperando creyendo que eres tan bueno que te van a llamar. Esto es un negocio, yo vivo de la música y quiero que me vaya bien ofreciendo algo de calidad. Yo busco siempre algo diferente. Desde el inicio de la gira Santa todo ha ido evolucionando y cambiando, y eso es lo que valoro en un artista, que no siempre me ofrezca lo mismo. Yo siempre intento hacer el concierto que a mí me gustaría ver. Dedico mucho tiempo a pensar cómo puedo sorprender.

¿Qué piensa de la proliferación de discos «colectivos»? ¿No es un formato demasiado recurrente?

Bueno a mí me lo ofrecieron cuando estaba en Universal en 2012. En esta búsqueda de reinventarse se recurre a lo mismo sin darnos cuenta. A veces hay gente que cree que está inventando algo que ya existe. Estamos un poco repitiéndonos a nosotros mismos.

¿Le gusta que la consideren la musa del indine o ya no hay departamentos tan estancos?

Creo que vivimos en un momento en el que afortunadamente ya los estilos son los grupos. Ya no hablas de un grupo de música sino de Vetusta Morla o Love of Lesbian. Ya no es fácil definir lo que hace cada uno. Ahora hay autores, ya no hay estilos. Todos bebemos un poco de todo. Hay que desligarse de las etiquetas y eso es bueno.

¿Guerra a las discográficas y pleitesía a las redes sociales?

Bueno, a día de hoy, después de siete años y de haber madurado mucho mis reflexiones, ya no estoy cabreada, soy más sabia. Yo me cabreé igual que ellos se cabrearon conmigo y tomé la decisión de hacer las cosas por mi cuenta. Después de haber montado mi propio sello y hacer Santa veo todo mucho más claro y sé cómo me gustan las cosas. Ahora sé defender lo que quiero de una manera que antes no sabía. Y es verdad que también sé lo duro que es hacerlo.