Operación Triunfo celebra quince años de su histórica primera edición, un fenómeno televisivo y musical que se recordará a través de tres documentales para la pequeña pantalla y un concierto con sus protagonistas, sin descartar, ante el fragor desatado por el aniversario, el retorno de este mítico formato.

«Todo se estudiará, no estamos cerrados a nada», dijo ayer Toñi Prieto, directora de Entretenimiento de TVE, en la rueda de prensa celebrada en Madrid, en ausencia de casi todos los exconcursantes masculinos, entre ellos David Bisbal y David Bustamante («están enfermos o trabajando», alegaron sus compañeros).

Un año le costó a Tinet Rubira, director de Gestmusic, la productora responsable de Operación Triunfo, volver a juntar a los dieciséis participantes, incluido Juan Camus, el más esquivo por las condiciones contractuales del reencuentro (de hecho, será el único que no participará en el gran concierto del 31 de octubre en el Palau Sant Jordi de Barcelona).

«El gran motor de estos especiales es la verdad, que es algo muy difícil de encontrar en televisión», destacó Rubira sobre una reunión que, en su opinión, «nunca más volverá a suceder».

A partir del próximo 16 de octubre y durante tres domingos consecutivos, La 1 de TVE emitirá a partir de las 22,10 horas los documentales, de 110 minutos cada uno, articulados como una reunión de amigos, «solo que lo que ellos vivieron cambió sus vidas y marcó la televisión en España, por lo que no es una reunión al uso», destacó la realizadora de los mismos, Nia Sanjuán.

En el primer especial se abordarán las canciones míticas del programa «las que adoraron y las que detestaron», incluidas todas las «míticas», como Europe's living a celebration, con la que Rosa López representó a España en Eurovisión; Vivo por ella, con Bustamante y Gisela, o la célebre Escondidos, que retrató el inicio de la relación sentimental entre Chenoa y David Bisbal. «Cuando lo veo desde fuera, 15 años después, aprecio el punto de vista de la gente, cómo una pareja se enamora, la relación evoluciona y se termina. Para mí no es un tema tabú», señaló Chenoa, comprensiva con la expectación generada con el reencuentro público y sobre las tablas de los dos intérpretes.

En el segundo capítulo, concebido como «una conversación de sobremesa» en torno al actor Ángel Llacer, exprofesor del centro en el que convivían, se abordarán temas más serios, «no solo la cara bonita, sino también otras, como el encierro o sus miedos».

El fin de fiesta, ya de noche, contará con la batuta de Nina, que los acompañará en una sesión de cine de verano, «donde se enfrentarán a imágenes que no habían querido volver a ver». «Me enfado mucho conmigo misma cuando veo imágenes mías de la época», comenta Rosa entre lágrimas en uno de los momentos recogidos. No es la única confesión. En el breve pase ofrecido ayer a la prensa, Nuria Fergó admitió que necesitó un psicólogo para asumir el éxito desmedido que, como señala Bustamante, les hizo «millonarios con 19 años».

«Nos hemos abierto en canal», ha señalado Gisela ante unos documentales «muy emocionantes» y de «pañuelo continuo» que, según sus responsables, «ayudan a entender por qué hace 15 años la gente se enamoró de ellos».

Para Nina, «más allá del éxito ajeno, el que te dan por la calle», lo importante es que estas 16 personas que siguen dedicándose a la música han conquistado el éxito interno, «el que sientes cada mañana cuando te levantas y decides hacer lo que te hace feliz».

Fue hace cinco años, tras su octava edición, cuando los «triunfitos» dijeron adiós a la pequeña pantalla. «Yo digo que el formato no está muerto, que está esperando una tercera vida y que veo a alguno de estos 16 de profesor», dijo Rubira, convencido de que el aniversario puede reabrir «el apetito por OT».