El Nobel de Medicina ha reconocido al japonés Yoshinori Ohsumi, descubridor de los mecanismos de la autofagia, proceso básico de degradación y reciclaje de componentes celulares y de gran importancia en muchos fenómenos fisiológicos.

La autofagia es esencial, por ejemplo, en la adaptación a la inanición o en las respuestas a las infecciones, y su interrupción ha sido vinculada a males como el párkinson, la diabetes tipo 2 y otros desórdenes relacionados con la vejez, así como a enfermedades genéticas o al cáncer.

Ohsumi (Fukuoka, Japón, 1945) reveló a inicios de la década de 1990 los dispositivos subyacentes a ese proceso partiendo del análisis de la levadura, que le sirvió para identificar genes esenciales para la autofagia y sentar las bases de un nuevo modelo en la comprensión de cómo las células reciclan su contenido.

A mediados del siglo pasado los científicos observaron unos nuevos compartimentos celulares especializados que digerían proteínas, carbohidratos y lípidos y que actuaban como «estación de trabajo» para la degradación de constituyentes celulares, explicó en su fallo la Asamblea Nobel del Instituto Karolinska de Estocolmo.

El premiado destacó la importancia de «marcarse un reto» a pesar de que «no toda investigación científica pueda resultar un éxito».

«Es un honor poder ser reconocido de esta manera a pesar de haber hecho un estudio de ciencias básicas. Este galardón es el mayor motivo de alegría y satisfacción para un científico», explicó a los medios el biólogo japonés de 71 años nada más conocer la noticia.

«A los jóvenes me gustaría decirles que no toda la investigación científica pueda tener éxito pero que es importante marcarse un reto», apuntó el biólogo, quien reconoció que su descubrimiento tuvo mucho que ver con la «suerte».

En cuanto a su motivación, Ohsumi, sexto nobel de Medicina nacido en Japón, aseguró que siempre quiso estudiar «materias que no han sido estudiado por otros científicos», explicó.

«No me gusta competir. No quiero hacer algo que hace todo el mundo, prefiero disfrutar de lo que no le interesa a nadie», añadió el biólogo que comenzó «solo en el laboratorio» su investigación sobre el mecanismo de las células.