El robo a Kim Kardashian supone un golpe a la imagen internacional de París que se afana ahora en contrarrestar sus consecuencias. En plena crisis del turismo provocada por los atentados de los últimos meses, la repercusión internacional que ha tenido el robo amenaza con frenar aún más el atractivo de la ciudad más visitada del mundo.

La alcaldesa de París, la socialista de origen español Anne Hidalgo, se apresuró a mostrar su respaldo a Kardashian y a prometerle que se hará todo lo posible para encontrar a los responsables del robo. La alcaldesa se refirió al robo como «un hecho poco habitual ocurrido en un espacio privado que no pone en cuestión el trabajo de los policías ni la seguridad en los espacios públicos parisienses». EFE PARÍS