Después de celebrar 20 años en la música, M-Clan abre nueva etapa con un disco que así lo certifica desde su título, Delta, letra griega que en matemáticas expresa «cambio» y que geográficamente apela a la desembocadura del río Misisipí, cuna del rock and roll, del blues y del folk estadounidense.

«No queremos ser un grupo americano ni vamos de americanos», precisa antes de nada el vocalista Carlos Tarque, durante una charla junto a su compañero, Ricardo Rupérez, para presentar su noveno disco de estudio, grabado en Nashville (EE UU). Fueron 20 días de trabajo «fluido» en la meca del country junto al productor Brad Jones y a una nómina de músicos de la zona para hacer que este álbum, que se publica hoy, tenga «ese sonido tan norteamericano», entre cuerdas y el pedal-steel.

«Es nuestro sonido, a pesar de ser un grupo español. Nuestro primer disco, Un buen momento, ya se grabó en Memphis (Tennessee) y tiene veintiún años. Todas esas influencias queremos convertirlas en música española», afirma Tarque.

Para su primer álbum de estudio desde Arenas movedizas (2012) contaban con muchas canciones y seleccionaron «las mejores de cada tipo, con el hilo conductor del sonido americano, que lo hace diferente de los demás».

«Con él empieza otra etapa nueva muy ilusionante», afirma Rupérez, sobre un trabajo que recupera una idea que acariciaban desde hacía años: la de realizar «un disco acústico, más 'folki' e íntimo». El momento llegó tras la grabación del álbum en vivo Dos noches en el Price (2014), con una música cargada de «mucha electricidad y de majestuosidad de metales y guitarras».

Delta arranca con Grupos americanos, que tiene «un punto de homenaje también a nosotros mismos y al lugar del que venimos», cuenta Rupérez, sobre esta loa a «aquella generación en la que uno se compraba un vinilo y quince se lo grababan en casete». La memoria y el retorno a un tiempo y a una tierra «remanso de paz», casi míticos, idealizados, juegan un papel destacado en estas canciones, que hacen de este un álbum con un marcado componente «evasivo» y «de espacio abierto».

«Vivimos en el campo, por lo que nuestra conexión es mayor con la naturaleza, de ahí nuestras letras, que evocan esos paisajes», explica el guitarrista sobre un aspecto visible desde la portada misma.

El 4 de noviembre arranca en el Palacio de Congresos de Granada su gira, en la que intentarán sorprender con una nueva propuesta y algún miembro más de los acostumbrados en la banda.