«Youtuber de esos raros. Desde el cariño y el respeto!». Es el lema de Stratus en Twitter, donde cuenta con 150.000 seguidores, y otros 600.000 en Youtube. «Soy un poco gamberro, no soy un santo. Y me gustan las cosas divertidas, pasarlo bien», indica. Dejó su trabajo hace un año para embarcarse de lleno en esta aventura, en este oficio, con el que ahora se gana la vida. ¿Arrepentido? Ni un ápice. «El horario me lo pongo yo mismo. Y puedes organizarte, por ejemplo, cuando me tiro dos y tres días trabajando hasta la madrugada, editando un vídeo o grabando mis cosas. Y puedes así disfrutar de un par de días libres», explica Stratus, quien asegura que los seguidores se fijan hasta el más mínimo detalle: «¡La gente, aunque parezca que no, está atenta a todos los fotogramas!», cuenta.