La Casa del Libro de Alicante cerrará hoy sus puertas a las 21.30 horas y volverá a abrirlas a las 24 horas para hacer más llevadera la espera a los seguidores de Harry Potter, ya que mañana es el lanzamiento oficial de Harry Potter y el legado maldito, el libreto teatral escrito por Jack Thorne con idea original de su creadora, J. K. Rowling, que tras su edición en inglés se lanza ahora en castellano.

Alicante, Barcelona y Madrid son las únicas tiendas de esta cadena editorial que han decidido abrir a medianoche, ya que el número de reservas de este último texto supera los 200 pedidos en Alicante, y más de 10.000 en toda España.

«Nosotros tendremos ahora en la tienda aproximadamente 400 ejemplares pero ya han reservado en preventa unas 200 personas y seguro que el miércoles por la tarde ya se han agotado todos», señala Vanessa Pastor, de Casa del Libro, que explica que «es furor lo que tienen los lectores de Harry Potter».

Esta es la primera vez en los siete años de vida de la librería que decide abrir sus puertas de noche con una fiesta en la que los dependientes irán disfrazados de los personajes de la serie literaria, habrá regalos para los lectores que se acerquen y actividades como un pictionary de Harry Potter y un juego de preguntas y respuestas.

«A cualquiera que haya seguido la serie le va a encantar porque te sumerge. Es la gracia que tiene Harry Potter, que te cautiva desde el principio», asegura a Efe Gemma Rovira, traductora de Harry Potter y el legado maldito (Salamandra).

El texto llega avalado por más de 680.000 copias vendidas en sus primeros tres días de publicación en Reino Unido, y más de 2 millones de ejemplares despachados ya en Estados Unidos y Canadá.

Rovira, que ha firmado la versión en español de los tres últimos tomos de la saga del niño mago más famoso de la literatura (La orden del fénix, El príncipe mestizo y Las reliquias de la muerte), se refiere a esta nueva entrega como «la continuación de la serie».

Es la continuación, argumenta, porque «se recuperan» tramas de los libros anteriores y se sigue la evolución de los personajes del universo ficticio de la británica Rowling (1965), aunque la traductora añade un matiz que, como reconoce, no habrá pasado desapercibido para los fans de la saga.

El nuevo volumen es una obra de teatro, pero lejos de suponer un impedimento para que se convierta en uno de los éxitos editoriales del otoño, Rovira opina que es «un elemento de novedad» que puede ser «muy agradable» para quienes están acostumbrados a leer las aventuras de Harry, Ron y Hermione.

«Los lectores de Harry Potter se afrentan a los desafíos», dice, porque los textos y las tramas de las novelas «no eran fáciles. Siempre ha sido un poco desafiante y ha exigido trabajo por parte del lector», apostilla.

Esos lectores tendrán que acostumbrarse no solo al particular formato de libreto teatral -frases de los personajes en diálogo con alguna acotación sobre la situación-, sino a que el famoso grupo de amigos pase de sus aventuras de adolescencia a formar parte del mundo de los adultos.

Es una continuación directa del epílogo del séptimo volumen, Harry Potter y las reliquias de la muerte (2007), que daba un salto en el tiempo de 19 años tras la «batalla final» en la que el mago de la cicatriz conseguía acabar con Lord Voldemort y restaurar la paz en el mundo de la magia.

La obra teatral enlaza con esa línea temporal y sitúa a un Harry Potter convertido en un atareadísimo empleado del Ministerio de Magia, en un hombre casado y padre de tres hijos, que planta cara a su pasado. Mientras, su hijo menor, Albus Severus, ha de luchar contra el peso de una herencia familiar de la que él nunca ha querido saber nada.