El 64 Festival de Cine de San Sebastián se ha celebrado este año con una inestabilidad atmosférica que ha dejado divertidas imágenes de políticos y famosos chapoteando entre la lluvia, mientras otros presumían de haber traído el sol y la calma en un certamen marcado por películas de violencia extrema.

El Zinemaldia celebró ayer su última jornada competitiva sin una clara favorita al palmarés que se dará a conocer hoy, mientras desfilaron por el Kursaal estrellas como Richard Gere, Ewan McGregor, Jennifer Connelly y hasta el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que acudió a la presentación del documental sobre su formación.

Richard Gere, con gorra, vaqueros, americana y una camisa abierta bajo la que vestía una camiseta oscura, fue recibido con el mismo entusiasmo que en la primera ocasión en la que visitó el festival. Se detuvo varios minutos para atender a seguidores y cazaautófragos, y una vez acabado el programa oficial, el actro visitó un centro de día de la Fundación Rais, de la que su pareja, Alejandra Silva, es madrina, que acoge a personas sin recursos.

Por su parte, el actor escocés Ewan McGregor presentó American Pastoral, su debut en la dirección, que aborda el dolor de unos padres que pierden a su única hija reclutada por un grupo violento en plena guerra de Vietman, una situación que, opina, recuerda a otras más actuales. El actor estuvo acompañado por la actriz Jennifer Connelly, protagonista de su cinta. Para Connolly ha sido «maravilloso» que McGregor sea también actor, le ha ayudado mucho con un papel «intrigante y frágil, hermoso por su complejidad a la vez que quebradizo».

Las quinielas de la crítica dan la máxima puntuación, aunque por poca diferencia, a Lady Macbeth, la apasionada ópera prima del director de teatro británico William Oldroyd, basada no en el clásico de Shakespeare sino en una novela del escritor ruso Nikolay Leskov, y a la china No soy madame Bovary, por su crítica a la administración china en forma de fábula.

Pero también tiene muchas papeletas la polaca Playground, por la radical división de opiniones que ha suscitado con una propuesta que pone la maldad y brutalidad infantil en primer plano.