En 1993, daba sus primeros pasos en el mundo de la autoría. Su obra Auto se presentaba en el Teatre Arniches y firmaba el primer número de la colección Cuadernos de dramaturgia a un señor que cuando levantó la cabeza vio que era Buero Vallejo. Ernesto Caballero fue uno de los dramaturgos que protagonizó la primera edición de la Muestra de Teatro Español de Autores Contemporáneo de Alicante. Veintitrés años después, este encuentro (que se celebrará del 4 al 12 de noviembre) le rinde homenaje, algo que le parece «un sueño».

Desde entonces hasta ahora, Ernesto Caballero ha firmado muchas obras que se han visto en el historial de la Muestra, dirigido otras tantas, montado su propia compañía, El Cruce, y se ha convertido en director del Centro Dramático Nacional. «Estoy encantado con este homenaje, me hace una ilusión bárbara que venga de una iniciativa que desde el principio ha apoyado a los autores, que es lo que yo intento hacer al frente del CDN». Para Caballero, «este reconocimiento me cae como agua de mayo y me reafirma en mi faceta como dramaturgo, me da un gran estímulo».

El homenaje se plasmará en la puesta en escena en el Teatro Principal de Reina Juana, con dirección de Gerardo Vera y Concha Velasco como protagonista. «Es todo un lujo, qué voy a decir del maestro Gerardo Vera y de Concha, que lo es todo en el teatro y más allá», asegura. «Si hay dioses en la escena esta vez han sido propicios, lo cual no exonera del trabajo que se ha realizado... esto es también un mensaje para la gente más joven porque el teatro es una carrera de fondo, pero con perseverancia y entrega a veces llegan estas compensaciones».

Cuando la Muestra de Alicante arrancó «éramos unos jovenzuelos y la gran novedad fue descubrir que había una dramaturgia española que hasta entonces era una rara avis; Guillermo Heras tuvo la visión de mostrar que había una realidad pujante y la Muestra se convirtió en un encuentro intergeneracional que nos hizo tomar conciencia como gremio a los dramaturgos. Ahora es una referencia en todo el Estado para cualquiera que escriba teatro y hay que decir que ha sido el mascarón de proa del empuje de la dramaturgia española».

Ernesto Caballero, que disfrutaba ayer también del estreno el miércoles en Madrid del montaje del CDN Tratos, concibe el teatro «como algo integral», por eso su faceta como se difuminar con la de director o gestor. «Hoy todavía ha un desnivel porque en el aspecto creativo estamos en primera línea, pero como industria vamos más rezagados y eso es una responsabilidad compartida». No obstante, «las políticas culturales creo que las tienen que capitanear los creadores y los poderes públicos deben tener una actitud subsidiaria para apoyar desde el respaldo no desde el protagonismo».

El momento autoral, afirma, es propicio. «El autor español atrae a la gente al teatro, creo que el autor y el público han establecido una relación natural, de diálogo».