La otra gran triunfadora de la noche de los Emmy fue American Crime Story, la antología de Ryan Murphy, que se alzó con nueve estatuillas en la categoría de miniseries. Toda la crítica la ha aclamado como una de las series del año. Pero lo que es en la televisión española se la espera nada más y nada menos que para el próximo año 2017 a través de la plataforma Netflix. ¿Quién sabe si con el triunfo en los Emmy esta situación podría cambiar y acelerarse su desembarco?
Murphy es el nuevo enfant terrible de la televisión. Quienes ya están acostumbrados a sus manierismos y excesos en series como American Horror Story o Glee, se van a encontrar un estilo más comedido para diseccionar uno de los juicios con el que nació la expresión «circo mediático». Se trata del proceso al ex astro del deporte O. J. Simpson por matar a tiros a su mujer y a su amante. La serie explica cómo la estrella pudo librarse de las acusaciones de asesinato gracias a su caro equipo de abogados y a un jurado predispuesto a absolverle por cuestiones raciales. ¿Les suenan las hermanas Kardashians, no? Pues el abogado de O. J. era su padre. Dato que puede parecer anecdótico, pero que da una idea de la gran astracanada que debió ser el proceso. La primera temporada es la crónica de un juicio que fue un espectáculo, pero una burla hacia el sistema judicial norteamericano. La segunda temporada estará dedicada a los efectos del huracán Katrina, una catástrofe que Murphy considera también un crimen contra mucha gente que no tenía voz.
Otra serie que aquí vimos con algo de retraso fue la que hizo con el galardón de mejor actor. Es el caso de Rami Malek y Mister Robot, título que no hemos podido disfrutar hasta casi un año después. Movistar ofreció un maratón en un día de todos los episodios de la primera temporada poco antes de este verano, iniciativa que le ha permitido ponerse al día y reducir distancias con la emisión de la segunda en Estados Unidos. Malek ha arrebatado la estatuilla a la que aspiraba Kevin Spacey por House of Cards, serie a la que estos premios un año más vuelven a dar la espalda. Tampoco, su compañera de reparto y de intrigas en la Casa Blanca, Robin Wright se ha podido hacer con el premio a la mejor actriz principal, que por segundo año consecutivo recae en una actriz afroamericana, Tatiana Maslany por Orphan Black.
Los premios para la vida política en la Casa Blanca no se han decantado por el lado del drama, sino que ha sido todo lo contrario. En la categoría de comedia, tanto Veep, como su protagonista, Julia Louis-Dreyfus, han repetido en el palmarés con las estatuillas a mejor comedia y mejor actriz principal, dando por finalizado el periodo en el que todos los años Modern Family era la que barría en esta categoría. Se ve que en EE UU encuentran ahora mayor satisfacción en aquello de reirse de sus políticos. Con Veep en España hemos tenido suerte y estamos al día en la emisión de episodios.
Otro que repite en comedia para el premio al mejor actor es Jeffrey Tambor por Transparent, serie con la que también tenemos suerte ya que su tercera temporada se estrenará casi a la par que en su país. Entre las comedias favoritas también estaba Master of None, donde su protagonista, Aziz Ansari, rascó el premio al mejor guión por uno de sus episodios. Era lo mínimo, cuando él es tanto el protagonista, como el director y el guionista. Algo debía caer y más dada la calidad del humorista, que nos ha brindado episodios de media hora con la calidad de una película de Woody Allen. Ahí es nada.
