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Asiáticos, blancos, negros, «trans» y Donald Trump

El candidato a la presidencia de EE UU es objeto de gran parte de las pullas en la gala de los Emmy caracterizada por la diversidad racial y sexual

Matt Damon y el presentador de la gala, Jimmy Kimmel.

Cuatro horas de gala son demasiado para los norteamericanos y, desde luego, aún más para los españoles que todavía no hemos tenido la oportunidad de ver muchas de las series y protagonistas. Sin embargo, en los Emmy de este año hubo momentos irónicos y divertidos que ayudaron a aguantar la interminable entrega de los 27 premios, como las críticas que tuvieron como protagonista involuntario a Donald Trump o el propio arranque con el presentador, Jimmy Kimmel, llegando a la ceremonia sobre un dragón con Daenerys Targaryen.

Algunas de las referencias al candidato republicano a la presidencia norteamericana fueron feroces, como la del propio presentador dirigiéndose a a Marck Burnett, el creador del reality show que convirtió a Trump en una estrella: «Gracias a ti, Marck, ya no tenemos que mirar telerrealidad, porque vivimos en ella», o la posibilidad de que, ya puestos, la joven cantante Miley Cyrus llegue al Tribunal Supremo. También se acordó del candidato Julia Louis-Dreyfus, mejor actriz de comedia en su papel de presidenta de los EE UU por Veep, al recoger su premio: «Veep parece ahora un documental sobrio frente a lo que está pasando, una parodia de la política».

La palabra que más se repitió en la gala fue «diversidad». Blancos, negros, indios y asiáticos iban alternándose en un escenario en el que la victoria de Transparent en algunas nominaciones visibilizó de forma clamorosa al colectivo transexual. La directora de la serie, Jill Soloway, afirmó que «se ha acabado el hetero-patriarcado en televisión». Pero fue el actor Jeffrey Tambor, premiado por su papel de transexual, el más reivindicativo al pedir que «yo sea el último actor masculino que interprete a un transgénero».

También valió la pena aguantar ante la tele por ver a Kevin Spacey y a Sofía Vergara comiendo a dos carrillos los sandwiches de mantequilla de cacahuete hechos por la madre del presentador y repartidos entre el público por los niños de Stranger Things. Otro momento estelar fue la aparición de Mat Damon burlándose del presentador Jimmy Kimmel que no logró el premio a mejor programa talk show al que estaba nominado, así como las pullas a la actriz británica Maggie Smith, tras haber ganado un Emmy cuatro veces por Downton Abbey y no haber acudido a la gala ninguna.

También ayudó a soportar la ceremonia el pase del famoseo por la alfombra roja. Aunque hubo algún que otro patinazo -tremendo el atuendo de la actriz Anna Chlumsky- se vieron vestidazos como el Valentino de Sophie Turner, Sansa de Juego de Tronos; el maravilloso vestido verde de Prada que lució Sarah Paulson al recoger su estatuilla por su papel de abogada en The People v O.J. Simpson; el blanco de Michael Kors de Heidi Klum o el de Priyanka Chopra que no dudó en girar una y otra vez incluso en el escenario para enseñar su vestido rojo.

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