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Remedios Gomis: «La iniciativa de la mujer al ligar da miedo a la mayoría de los hombres»

«Mi lema es: Deja trabajar al corazón, pero bajo la supervisión de la cabeza», dice la alicantina

Las rupturas son cada vez más frecuentes, reconoce esta alicantina que se separó tras dos décadas de matrimonio para volver a enamorarse y vivir ahora un relación plena y feliz. Gomis aconseja en All you need is love (Planeta) que la cabeza no deje nunca de supervisar lo que dicta el corazón en las relaciones sentimentales, actualmente en plena fase de desplazamiento hacia el liderazgo de la mujer, un nuevo campo de juego bastante mal digerido por el hombre que al perder su predominio empieza sentirse inseguro e incluso a tener miedo. En el cortejo, como en el erotismo, es mejor insinuar que mostrarlo todo de entrada, reflexiona la entrenadora del amor, especialista en cómo ligar y firme partidaria de dedicar un tiempo a la seducción en vez de irse a la cama en el primer encuentro.

Señora Gomis. ¿Ha tomado ya la mujer la iniciativa en el ligue y en las relaciones sexuales con el hombre?

Aún hay mujeres que temen dar el primer paso porque creen que si lo hacen serán mal vistas. Muchas prefieren aún insinuarse para ser conquistadas en vez de tomar la iniciativa. Afortunadamente, las chicas de hoy en día empiezan a desmontar estos conceptos y demuestran que dar el primer paso en la conquista no es patrimonio de un género.

¿Cómo reacciona el hombre ante esta progresiva toma de control de la relación por parte de la mujer?

A la gran mayoría le da miedo porque les crea una inseguridad más allá de su control. Los hombres han mantenido un estereotipo de caza a lo largo de la historia que ya no está en consonancia con los nuevos tiempos. Ya no tienen el rol de macho alfa y eso se nota en la multitud de cursos y talleres que últimamente han proliferado enfocados a enseñar al hombre a ligar y a seducir.

¿Cuánto suelen tardar los recién conocidos en tener relaciones sexuales?

Depende de las personas. Las hay que no tienen ningún problema en acostarse el mismo día que se conocen y otras que prefieren esperar un poco.

¿Qué recomienda usted?

Yo creo que tiempo nunca te va a faltar y que por eso no es necesario acabar en la cama en la primera cita. Uno tiene que hacerse desear, seducir y no darlo todo hecho en el primer momento.

¿Qué importancia le da usted al sexo dentro de la vida de una pareja?

El sexo en una pareja enamorada es la salsa brava de las patatas. También entiendo que haya parejas que ya no practican sexo y sean felices pero creo que es porque sus sentimientos han cambiado y más que una relación de pareja mantienen una relación filial.

Pero el deseo disminuye casi siempre con el paso del tiempo, ¿no?

Y es normal porque los ritmos también van evolucionando. No es lo mismo verse un día a la semana que convivir con alguien que tiene que lidiar, como tú, con sus problemas y preocupaciones. Lo que sí recomiendo a las parejas es que al menos un día a la semana se mimen mutuamente. A las parejas hay que enamorarlas y reconquistarlas todos los días, de lo contrario esa pareja está abocada al fracaso en menos de dos años.

¿Qué efectos está produciendo la irrupción de las redes sociales en el ámbito de las relaciones sentimentales?

Muchas parejas han visto afectada su relación por Internet al aparecer los celos, las inseguridades y los conflictos. La culpa no es de las redes sociales porque cuando una relación fracasa, en vez de buscar culpables, hay que analizar en qué medida contribuyó uno mismo para que esa relación terminara.

¿Somos media naranja que busca la otra mitad o cada uno somos una naranja que necesita otra naranja?

Ante todo, debemos tener claro, que no buscamos una media naranja. Cada uno de nosotros mismos ya somos naranjas completas y buscamos otra naranja que nos complemente. Si pensamos que somos una mitad de alguien y buscamos a ese alguien para que nos complemente, entonces somos personas con carencias y posiblemente encontraremos a personas que también sufren carencias. Tener pareja es algo muy serio y hay muchas personas que solo la buscan para cubrir su fondo de soledad. Eso es un error.

¿Existe el flechazo o el amor hay que trabajarlo?

Sí que existe ese impacto que nos produce a veces el conocer a una persona. Eso es un flechazo, pero el amor es otra cosa. El amor hay que trabajarlo día a día. Porque el amor es algo tan frágil que del mismo modo que alguien te enamora, también te puede desenamorar y es al mismo tiempo tan fuerte como para mantenerse toda la vida si lo cuidamos.

¿Por qué nos equivocamos tanto al elegir a nuestras parejas a la vista de las numerosas rupturas que se producen?

Encontrar a alguien con quien se tenga afinidad y que encaje en nuestra vida se ha convertido en algo complicado porque han cambiado los condicionantes que le ponemos al amor. Nos hemos vuelto más individualistas. Hoy en día prima más nuestro beneficio personal que el de la relación, generalmente queremos que la otra parte se adapte a nuestra vida y pocas veces nos damos cuenta que eso debe de ser recíproco. Ante esta situación, nos resulta más fácil romper que trabajar por la relación.

Donde primero vemos virtudes, pronto descubrimos defectos que oscurecen o incluso anulan esas supuestas virtudes. ¿Qué ocurre?

Al principio, solo vemos las virtudes pero los defectos están ahí. Esos defectos no surgen de pronto, solo que en un primer momento no los hemos querido ver y si los notamos tendemos a pensar que podremos cambiarlos. Cuando se pasa esa primera fase del enamoramiento, esos defectos que antes pasamos por alto, ahora los echamos en cara.

¿Dónde tenemos que buscar el fallo: en nosotros o en nuestra pareja?

Siempre que fracasa una relación hay que hacer un autoanálisis. Casi nunca es el 100% culpa del otro, salvo casos de malos tratos que son tema aparte. Siempre tenemos un cierto grado de culpa en el fracaso. A veces por dejadez, por comodidad, por egoísmo o por dependencia. Hay mil cosas que tras una ruptura vemos que podríamos haber hecho de otra forma y quizás los resultados habrían sido distintos.

¿Hay personas incapaces de desarrollar una vida en común?

Sí. Hay personas que necesitan novedades en su vida y eso es aplicable a las relaciones de pareja. Son personas que al inicio de una relación se vuelcan sobremanera haciendo sentir a la otra persona única y especial, pero que cuando pasa la novedad se aburren, pierden el interés y entonces rompen para empezar de nuevo.

¿De quién debo fiarme más en una relación amorosa: de mi corazón o de mi cabeza?

Yo tengo un lema en este sentido: Deja trabajar al corazón. Pero bajo la supervisión de la cabeza.

¿Qué pistas me deben disuadir de continuar una relación de pareja?

Lo que hay que saber es que en las relaciones sanas, las personas son respetadas por ser quienes son, y no son el proyecto de nadie.

¿Hay que abrirse plenamente o es mejor hacerlo de forma paulatina?

Una cosa es dejarse conocer y otra mostrar todas tus cartas a la primera de cambio. Las cosas hay que hacerlas poco a poco y con cabeza. Parte de la seducción está en que te vayan descubriendo cada día. En la relaciones de pareja, como en el erotismo, es mejor insinuar que mostrarlo todo de entrada.

¿Es necesario buscar afinidades con la pareja o quizá es preferible la diferencia para lograr una resultante enriquecedora?

Tener puntos en común en cuanto afinidades es un buen punto de partida porque ambos miembros de la pareja disfrutan juntos de las mismas cosas. Ahora bien, también puedes descubrir aficiones que tu pareja tiene y que nunca te habías planteado y que quizá acaban gustándote.

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