El actor estadounidense Chris Pratt se ha convertido en uno de los personajes más de moda en Hollywood con su aparición en películas como Guardianes de la galaxia y ahora Los siete magníficos, que se ha estrenado en el Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF). El actor también es conocido por sus vaivenes físicos, ha ganado y perdido más de 30 kilos para interpretar papeles en ¡Menudo fenómeno! o La noche más oscura, una muestra de su compromiso y disciplina. Además, se le conoce en Hollywood como uno de los tipos más agradables de la profesión.

Uno de sus próximos trabajos es el rodaje de Jurassic World 2 que será dirigida por el director español Juan Antonio Bayona al que Pratt califica de «fantástico» y del que dice que «espero que me dé buenos consejos».

Durante una entrevista, Pratt se ríe inicialmente cuando se le pregunta si se considera una buena persona. «Para algunas personas no es importante que otros piensen que son unos gilipollas. A algunas personas no les importa», declara Pratt en una habitación del hotel Four Seasons de Toronto. «Estaría desolado si alguien pensase que soy un gilipollas. Así es como me criaron. Siempre fue importante para mí», continuó. «En parte fue algo intuitivo porque cuando entré en este negocio como un chaval, vi cómo cambiaba a la gente, cómo el dinero y el poder y la fama pueden transformar buena gente en malas personas», explica. «Es importante para mí tener los pies en el suelo, recordar de dónde vengo y ser una buena persona para otros».

Para Pratt, la familia es especialmente importante. Atribuye a sus padres quién es hoy. Y su refugio es la familia que ha formado con su esposa, la actriz Anna Faris, y su hijo Jack, de cuatro años. «Casi todo se lo debo a mis padres, que me educaron de la forma apropiada. Con disciplina. Haciendo que respetase la autoridad y a ellos», explica. «Hay muchas cosas que me apasionan y me gusta hacer, incluso más que actuar», reflexiona, para añadir que «mi trabajo es algo que hago simplemente para financiar las cosas que me apasionan».