El papa Francisco ha relevado de su cargo al obispo de Mallorca, el valenciano Javier Salinas, y lo ha trasladado como auxiliar a Valencia, tras la polémica que causó la noticia de que mantenía una presunta relación sentimental con su secretaria, tal como denunció el marido de esta. En el comunicado de la oficina de prensa del Vaticano sólo se informa del traslado del prelado y del nombramiento como administrador apostólico «sede vacante», en espera del nombramiento de un nuevo obispo, al auxiliar de Barcelona, el mallorquín Sebastià Taltavull. En una carta dirigida a los fieles, Salinas pidió ayer disculpas «si he ofendido a alguien o le he dado motivos de preocupación».