Rodeado de sus hijos, Maite, María José, Isabel y Remigio, sus seres más queridos; y del valor que, en definitiva, Remigio Soler más amaba (el concepto de familia que soñó siempre, cuando él atravesó toda su infancia, huérfano de padres, en el hospicio); así se fue el escultor y pintor alicantino y así lo recuerdan quienes estuvieron a su lado hasta los últimos golpes de la enfermedad.

En un encuentro en el tanatorio de la Siempreviva (que acoge hoy, a las 10.15 horas, el sepelio), sus hijos relatan las facetas de un trabajador incansable que desembocó en un artista total (manejaba el dibujo, la escultura o la pintura con soltura) y solidario, tremendamente solidario.

«Era muy generoso. Incluso recuerdo el caso de una obra benéfica que realizó para una chica con cáncer y así recaudar fondos. Tenía el taller siempre abierto a todo el mundo», apunta María José, cuando los pésames y condolencias no cesan en la sala.

Sus hijos Remigio e Isabel citan, por su parte, el imprescindible papel que desempeña su madre en el artista y escultor alicantino. «Era el motor de él», apuntan, al tiempo que señalan los numerosos estudiantes de Bellas Artes que han pasado por el taller de Remigio Soler en Benalúa, su barrio, y las ayudas facilitadas siempre a aprendices y amigos de las Hogueras. «Incorporó importantísimas innovaciones en la fiesta», matizan.

Respecto a si Remigio Soler pudo o no recibir el reconocimiento que merecía, su familia responde sin ambages con el mensaje de humildad que les transmitió su padre: «Él se conformaba con lo que tenía. Y no ha sido nunca ambicioso porque como él nunca había tenido nada, era pobre, todo le parecía mucho», indica Maite junto a sus hermanos.

Sea como fuere, septiembre se presenta como un mes que rendirá un sentido homenaje al alicantino Remigio Soler. Los actos son; uno, este miércoles, en el Mubag a las 20 horas; y el segundo, el día 30, en la Lonja. Y allí, con seguridad, se verá a su barrio (y cuyo colectivo de vecinos El Templete remitió ayer a este medio un comunicado de condolencia por la triste pérdida del artista, uniéndose a toda su familia en el dolor).