España es uno de los países punteros en la organización de eventos musicales durante todo el año gracias a la voz cantante de comunidades como Cataluña, Andalucía y Madrid. En 2014 hasta 166 eventos de esta clase tuvieron lugar en territorio catalán; Andalucía figura detrás con 118 eventos y Madrid sigue el compás con 110. La Comunidad Valenciana aparece a continuación con 81.

Sin embargo, es la valenciana la región preferente en verano, y ahí están festivales como el Arenal Sound, por el que han pasado 300.000 personas, el FIB de Benicássim o el Low de Benidorm para demostrarlo.

En sus escenarios tocan bandas de primer nivel mundial, y muy cerca de la playa (siempre que las leyes medioambientales lo permitan), y quizá por esa combinación tan veraniega de pop y mar llegan a tierras valencianas cientos de miles de personas. El turismo también es esto. La Diputación de Castellón ya usa los festivales de música como reclamo prioritario.

El Anuario de Estadísticas Culturales del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte dibuja la radiografía de un panorama que en verano alcanza el clímax, pues es entre julio, agosto y septiembre cuando se celebran más festivales, que además son los más concurridos. Por el reciente Arenal Sound de Burriana (Castellón) han pasado 300.000 personas.

Tanto este Anuario como el de Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) o el de la Asociación de Promotores Musicales dan información sobre qué comunidades marcan el ritmo, aunque con datos

hasta 2014. Las previsiones dicen que 2015 fue un gran año y que este 2016 puede ser aún mejor.

A tenor de las cifras, una comunidad alza su voz por encima de las demás, y ésa es Cataluña, a la cabeza en convocatorias de lo que el Anuario del Ministerio de Educación llama "concursos, festivales

y otras actividades de música según tipo por comunidades autónomas".

Castilla y León con 74 eventos musicales al año (como el Sonorama de Aranda de Duero que acabó ayer) y País Vasco con 59 (el BBK Live de Bilbao es el de más afluencia) son otras comunidades que

claramente apuestan por la difusión musical.

Así, en 2014 se organizaron 885 actos musicales en toda España, una cifra que remonta los 814 del año anterior y que se acerca a los 901 de 2012, indican las estadísticas del Ministerio. En todos estos años, el podio lo ocupan Cataluña, Andalucía y Madrid, y siempre por este orden.

No se incluyen los festivales de jazz, género que ocupa una columna propia. Aquí manda también Cataluña: 27 eventos en 2014, 31 en 2013 y 33 en 2012.

Cambia la secuencia en función del número de conciertos de "música popular", según el Anuario, en donde Madrid eleva los decibelios al celebrar 23.477 en 2014 y recibir a 3,6 millones de

espectadores. A continuación, Andalucía, que si bien albergó menos conciertos, 22.388, acogió a más gente, 4,1 millones de personas.

Entre 2013 y 2014 se produjo un bajón de dicho número de conciertos, de 103.208 a 94.589, y de espectadores, de 21,3 millones a 20,3.

Sin embargo, la recaudación no se resintió, lo que ilustra la extraordinaria salud de la cultura musical española: 114,7 millones de euros reportaron los conciertos en 2013, pero un año después las

arcas se llenaron hasta los 118,5 millones, dice el Anuario. No se duda de los efectos de la crisis, pero parece que la situación mejora. La Asociación de Promotores Musicales señala en su último anuario que en 2015 el volumen de negocio generado por la música en vivo fue un 12,12 por ciento más que el anterior.

A la espera de los datos definitivos del año pasado y de éste, los números apuntan a que en verano, tan habituales como las de las operaciones salida de Tráfico, serán las imágenes de los espectadores que llenan los festivales musicales.