A las ocho y media de la tarde de ayer en las arenas del coso de la Plaza de España de Alicante comenzó el homenaje a Paco Cano «Canito» organizado por iniciativa de la empresa Toros del Mediterráneo y con la autorización del Ayuntamiento de Alicante. Un acto solemne pero afectuoso donde no faltaron numerosos recuerdos de la vida del mítico fotógrafo que captó la muerte de Manolete.

Estuvieron presentes, entre otros, en esta tarde agosteña de personal en vacaciones y figuras del toreo en el cénit de la temporada, sus descendientes y familiares más cercanos, así como numerosos representantes del mundo del toro. Asistieron los toreros Vicente Fernández «El Caracol», Emilio García «El Lince», Juan Fernández Belmonte; los novilleros que habían actuado la víspera, Borja Álvarez, Jorge Rico y Adrián Velasco, participando además este último como narrador de una de las lecturas; Fernando Leiva, presidente del Club Taurino y José María Jericó, presidente de la Tertulia Taurina Amigos de Nimes. Además, en representación de la Escuela Taurina Municipal assitieron su director, Arturo Blau Espadas, Luis Valero «Germi» y algunos alumnos. También acudió el prestigioso restaurador alcoyano Lolo, amigo íntimo de Canito e inspirado por este, Eduardo Osca, que vivió junto al fotógrafo y cuidó de él cuanto fue necesario, actuando en esta ocasión como monaguillo de excepción; Nacho Lloret, empresario del coso alicantino y Juan Oliver, así como gran parte del equipo humano de la plaza y amigos llegados de diversas partes de la provincia así como de Valencia.

Don Felipe Martínez, párroco de la Misericordia y a la sazón capellán de la plaza, ofició la ceremonia en sufragio por el alma del genial Francisco Cano «Canito», fallecido el pasado 27 de julio. El sacerdote celebró en los medios del ruedo, vestido con una casulla de color nazareno y oro, no exenta de un profundo simbolismo taurino, y sobre un altar de campaña situado frente al burladero de la primera suerte, conformando una estampa realmente peculiar.

El sacerdote reconoció cumplir en esta ocasión con lo que él consideró lo último que le quedaba por hacer en la plaza de toros, después de haber celebrado incluso un bautizo cuando la visita de un circo y hasta haber confesado a un torero en el callejón mientras se estaba celebrando la corrida.

Recuerdos de una vida

Las sentidas palabras del sacerdote consiguieron mostrar con detalle la estampa inconfundible de Paco Cano, con su gorra blanca y su cámara al cuello, y una semblanza íntima de quien lo conoció en profundidad. Refirió varias anécdotas entre las que destacan la muchas veces contada sobre la comparación que hacía entre la belleza de Ava Gardner y la Virgen, pero con la apostilla de que él le contaba que a la actriz pudo retratarla y a María la llevaba en el corazón, o como cuando un día estaban tranquilamente comiendo en El Campello y esa paz se vio alterada al entrar en el local un joven vendedor ambulante de raza negra, corriendo porque iba huyendo, y Canito lo protegió escondiéndolo en la mesa donde comían, hasta el punto en que cuando pasó la tormenta incluso le compró uno de aquellos relojes que lucía y lo hacían tan popular.

Cano había nacido en Alicante el 18 de diciembre de 1912, fue boxeador sin pena ni gloria, socorrista en la playa del Postiguet -donde dio sus primeros lances con un mantel a una res huída del matadero- y novillero, habiendo debutado con picadores en la plaza de Puertollano en 1941.

Fotógrafo de toreros y de estrellas de cine, convivió y fue amigo de los personajes más destacados de la época, aunque su fama internacional le llegó por haber sido el único reportero que captó casi por casualidad las instantáneas de la muerte de Manolete en Linares, a dónde había ido aquella tarde a ajustar cuentas con Luis Miguel Dominguín. Tuvo una vida de película, como él mismo siempre reconocía, no existe un rincón taurino en el mundo en el que no exista alguna obra suya en lugar de preferencia y a lo largo de su carrera recibió numerosos e importantísimos reconocimientos, siendo el último el Premio Nacional de Tauromaquia en 2014.