­Quién le iba a decir a Adriana Tonda (Alicante, 2003) que en poco tiempo se convertiría en una joven promesa de la canción. La alicantina participó en la pasada edición de Got Talent España y fue una de las sorpresas de la gala de exhibición Jóvenes Talentos emitida el pasado 25 de julio en Telecinco.

Esta joven amante de la música descubrió su peculiar voz en clase con sus compañeros de colegio hace solo 2 años y, tras superar los castings iniciales del programa, fue seleccionada para participar en la gala Jóvenes Talentos en Madrid.

La alicantina salió al escenario e interpretó Hurt, una canción de Christina Aguilera. «Cuando empecé a cantar el público se puso en pie y a gritar, no me esperaba esa reacción», recuerda emocionada. Era la primera vez que iba a la televisión y a pesar de los nervios, consiguió sacar su «vozarrón» y enamorar al jurado.

«Me dijeron que lo había hecho muy bien y que tenía una voz muy madura para mi edad. Me trataron genial, eran muy divertidos», comenta. Para esta niña de 13 años participar en Got Talent fue un sueño hecho realidad, «cuando hice el casting no podía imaginar que iban a seleccionarme, lo veía muy difícil», añade. Además, confiesa que cuando llegó el momento de verse en la tele se reunió con su familia y «fue un momento mágico».

La joven artista asegura que cantar le hace muy feliz y que lo que más le gusta es emocionar a la gente con su voz, y aclara: «No es suficiente con cantar bien para que el público sienta la canción, tienes que saber interpretarla».

A pesar del poco tiempo que lleva en el mundo de la música, Adriana ya ha participado en varios concursos en los que ha sido muy elogiada por su voz especial y «oscura». En solo unos meses, la alicantina ha ganado el concurso del 25 aniversario de El Corte Inglés de Alicante y ha quedado segunda en el programa Cántame de la Comunidad Valenciana. «Me gusta mucho este tipo de concursos, mientras pueda compaginarlos con los estudios seguiré participando», dice, y no descarta presentarse a otros programas, pero esta vez sólo de niños: «Siempre que canto voy a pasármelo bien, no me obsesiono con ganar», sentencia la joven.

Adriana parece que lleva la música en los genes, pues su padre es barítono y ella a su corta edad y gracias a su formación musical en la Escuela de canto Orfeo de Alicante, ya es soprano.