Faltaban tres minutos para las diez de la noche cuando Beyoncé sacudió a golpe de cadera y proclamas feministas y contra la violencia racial el Estadio Olímpico de Barcelona, donde ayer cerró el periplo europeo de la gira mundial «The Formation World Tour» con un concierto en el que presenta los temas de su último álbum, «Lemonade», y repasa sus grandes éxitos.

Humo en el escenario, una pantalla gigante dando vueltas en diferentes colores, primando el rojo y el blanco, con el público ya enloquecido, y la megaestrella tejana ya a punto, de negro, con un gran sombrero, acompañada por un espectacular cuerpo de baile femenino. Fue un show fastuoso y reivindicativo de dos horas ante 46.000 personas, un récord de público de la cantante en España, según Live Nation.

A continuación, con la melena rubia al aire, acometió «Formation», una de las canciones de «Lemonade» acompañada de una legión de 15 bailarinas, junto a las que reivindicó sus rasgos negros, y llamado a las armas a todas las mujeres jóvenes, afroamericanas e indignadas. Después se adentró por los acordes de «Sorry», un tema que lleva semanas provocando comentarios.

En castellano, la reina norteamericana del pop cantó algunas estrofas de «Irreplaceable» como las que advierten: «Nunca más me vuelvas a engañar y a largarte» haciendo un guiño al público en su único show en España, en el que dio las buenas noches a la ciudad de Barcelona. Un pequeño castillo de fuegos artificiales y grandes llamaradas desde detrás del escenario acompañaron a Beyoncé.

Desde el primer momento, la espectacularidad lo envolvió todo, en un escenario con una pasarela sobre la que discurre una cinta andadora, además de una estructura central giratoria, tornos sobre los que pueden bailar auténticos acróbatas e incluso un ascensor. Con «Run the world (Girls)» cargó tintas en el final de la primera parte, cuando animó a todas las mujeres presentes del show a tomar las riendas, y, a lo largo del concierto, fue desgranando los temas de su último disco, concatenados con sus hits convertidos en himnos internacionales como «Crazy in love», «Drunk in love» y «Naughty girl».

Beyoncé levantó pasiones con la enérgica «Survivor» de sus inicios en «Destiny's child» poco antes del final. La artista afroamericana cerró el espectáculo con una emotiva y coreada «Halo», en que describe un amor sublime y que ha servido también para poner en la capital catalana el broche de oro de su gira europea, que empezó el 28 de junio en Reino Unido.

Poco antes de las 22 horas, la diva del pop había aterrizado en la capital catalana triunfal y majestuosa con fuegos artificiales, efectos especiales, confeti e incluso una piscina en el centro del estadio.

«Lemonade» es el sexto trabajo de estudio de Beyoncé y su segundo álbum visual.