El papa Francisco cerró ayer el Encuentro Mundial de la Juventud en Cracovia con una misa a la que acudieron más de dos millones de personas. Además, el Papa anunció que Panamá será el país que albergará la próxima Jornada Mundial de la Juventud en 2019. «Ante Jesús no podemos quedarnos sentados esperando con los brazos cruzados; a él, que nos da la vida, no podemos responderle con un pensamiento o un simple mensajito», afirmó. También les instó a que «entre tantos contactos y chats cada día», le puedan dedicar tiempo a la oración y les pidió que el Evangelio se convierta en el «navegador» del camino de sus vidas.