La actriz australiana Teresa Palmer, todo un valor emergente en la industria, sueña con que Nunca apagues la luz genere una nueva saga de terror y confía en que Hacksaw Ridge, la nueva película de Mel Gibson como director, suponga el regreso triunfal a Hollywood del denostado artista. «Creo en dar a la gente una segunda oportunidad. Él se la merece. Deseo que la gente le reciba con los brazos abiertos», confesó Palmer sobre el actor y director, que en 2011 fue acusado de agresión a su expareja Oksana Grigorieva. Desde entonces el ganador de dos Óscar por Braveheart prácticamente desapareció del mapa, exceptuando algunas intervenciones -como Los mercenarios 3- y ahora regresa a la dirección con Hacksaw Ridge, protagonizada por Andrew Garfield, Sam Worthington y Palmer. Un filme que llegará a los cines estadounidenses en noviembre, en plena campaña previa a los Óscar, y que la intérprete considera que se trata de una película «necesaria hoy día» por su gran mensaje sobre la violencia. La cinta narra la historia del médico Desmond Doss (Garfield), que sirvió en el ejército durante la batalla de Okinawa (Japón) en la Segunda Guerra Mundial y que se convirtió en el primer objetor de conciencia de Estados Unidos. Finalmente fue condecorado con la Medalla de Honor, el máximo reconocimiento de las Fuerzas Armadas.

«Este hombre eligió la paz en vez de la violencia en medio de la guerra. No llevaba armas y se convirtió en un héroe de guerra. Es una metáfora preciosa y espero que le encante a la gente», indicó Palmer, quien no dudaría en volver a trabajar con Gibson.

Una misión muy diferente, la de probar su magnetismo en taquilla como protagonista, es a la que hará frente Palmer a partir del próximo viernes con "Nunca apagues la luz" -en España se estrena en agosto-, un nuevo producto terrorífico apadrinado por James Wan, el rey actual del género. antonio martín guirado losángeles/EFE