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Matador de toros

Manuel Escribano Nogales: «Me recuperaré antes de lo que piensan los médicos»

El torero sevillano se recupera en Alicante de la grave cogida sufrida en la Feria de Hogueras

El diestro se muestra confiado en que su evolución vaya por el buen camino. rafa arjones

El diestro de Gerena se restablece lentamente en Alicante de la herida por asta de toro de 14 centímetros que le arrancó de cuajo la vena femoral y la safena interna, y que le produjo una evisceración del testículo izquierdo, con pérdida de superficie escrotal. Se encuentra dolorido y, pese a la poca sensibilidad que siente en la pierna, ha podido dar los primeros pasos ayudado por los miembros de su cuadrilla. El torero sevillano confía en trasladarse mañana a capital hispalense para continuar su recuperación, que vaticina «será mucho más rápida de lo que piensan los médicos». No obstante, tal y como asegura, no piensa en volver a los ruedos hasta que se encuentre al ciento por ciento de sus facultades.

¿Cómo evoluciona de las heridas?

Me han hecho la cura diaria y todo sigue su curso favorable. Tanto la de la ingle como la segunda operación en la tibia van drenando de abajo a arriba. La cornada en los testículos también evoluciona favorablemente. Sin embargo, todo resulta muy doloroso y no hay momento del día en que encuentre paz y sosiego.

Ha dado ya sus primeros pasos, algo impensable en su situación. ¿Cómo se ha encontrado?

Como si hubiese corrido la maratón de Nueva York a tres minutos el kilómetro. Estoy muy dolorido y me ha costado muchísimo. Han estado conmigo todos los miembros de mi cuadrilla y he aprovechado que están fuertes para intentar apoyar el pie, pero tengo tan poca sensibilidad, tan poco riego sanguíneo y tan poca movilidad que prácticamente no he avanzado nada. Ya habrá momento para probarme y, poquito a poco, ser capaz de ir apoyando el pie.

El primer reto es, entonces, recuperar la sensibilidad en la pierna.

Sí, porque no tengo mucha, la verdad. La falta de riego es lo que más me desespera. No tengo fuerzas suficientes ni para subir la planta del pie hacia arriba.

La intención es viajar a Sevilla mañana lunes. ¿Será posible?

Si la evolución es la esperada, viajaremos. Habíamos barajado la posibilidad de hacerlo este fin de semana, pero me han aumentado la dosis de coagulante al doble para que no se formen trombos y se ha pospuesto el traslado hasta mañana. La idea es continuar allí con el tratamiento y, si Dios quiere y todo va bien, también con la rehabilitación.

¿En otro hospital o en su domicilio?

Dependerá de la opinión del doctor Jiménez, que será quien se haga cargo de mi situación junto al doctor Reyes. Ambos decidirán cuáles son los siguientes pasos y estarán en contacto diariamente.

El doctor Jiménez ya le trató de la cornada grave que sufrió en Sotillo de la Adrada en 2013. ¿Lo ha elegido por eso?

Porque es mi amigo y porque es un médico de toreros. Siempre he confiado en él cuando he sufrido cualquier tipo de percance.

¿Ha hablado con él?

Sí y le he presentado por teléfono al doctor Reyes. Han dialogado entre ellos y ya han marcado las pautas a seguir.

¿Cuál es la opinión de los médicos? ¿Ven factible que vuelva a torear esta temporada?

No me han dicho nada. No se quieren arriesgar, como es lógico. En cuanto pueda apoyar la pierna y vaya cogiendo movilidad y fuerza, la recuperación será mucho más rápida de lo que ellos esperan.

¿Qué es lo que más le motiva en estos difíciles momentos?

Recuperar toda la fortaleza que tenía en mis piernas.

¿Intenta ir día a día o hay una fecha que le ilusione especialmente en un futuro cercano?

Voy día a día. No quiero pensar en nada ni tampoco obsesionarme. Demasiado martirio estoy sufriendo ya. Voy a reaparecer cuando me encuentre al cien por cien.

Como comentábamos, usted ya ha pasado por una situación similar en 2013 con la cornada en Sotillo de la Adrada. ¿Qué le ayudó a superar ese trago tan fuerte?

La preparación, el trabajo y el sacrificio diario. No es nada fácil recuperarte después de recibir «tabacos» tan gordos como este de ahora. Hay que resolver la papeleta, tanto la física como la psicológica, y lo que te motiva es la fe en ti mismo, son tus cojones, tu valor. Para ser figura del toreo hay que superar este tipo de pruebas.

¿Ha podido reflexionar en profundidad sobre la cornada?

La vida se resuelve en cuestión de milímetros para bien o para mal. El toro había actuado con franqueza durante toda la lidia y lo tenía totalmente sometido. La suerte suprema es el único instante en el que pierdes de vista las astas del toro. Tienes que fijar la mirada en «el hoyo de las agujas» y atacarle por derecho, recto como una vela. Me tiré con entrega y me echó la cara arriba, con tan mala suerte que me hirió en la zona de mayor riesgo.

Adolfo Martín, el criador del toro que le corneó, está muy impresionado después de la cornada. ¿Ha hablado con él?

Sí, me ha llamado y he hablado con él brevemente. Se lamentó de la mala suerte de que el toro hiciera por mí justo cuando entraba a matar y me hiriese. Comentamos el buen comportamiento de los toros de esa tarde. Me expresó sus deseos de que me recupere pronto y poco más. No puedo atender el teléfono con la regularidad que me gustaría, porque me mareo y me fatigo mucho

Suponemos que ha sido mucha la gente que le ha deseado lo mejor en este duro trance por el que atraviesa.

Sí, muchísimos compañeros, profesionales del mundo del toro y aficionados. No doy a basto con tantas muestras de cariño a través del whatsapp y de mi página en Facebook. Me dan mucha fuerza.

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