­La Academia de Cine cuenta con una treintena de festivales españoles que califican para la inscripción de cortometrajes a la competición de los Premios Goya, es decir, que los cortos ganadores de estos festivales entran directamente en la «preselección» para los premios del cine español.

Y entre estos 32 festivales figuran cuatro alicantinos, con lo que la provincia es la que cuenta con mayor representación de festivales colaboradores con la Academia de Cine, junto con Madrid, que también tiene cuatro certámenes que califican. Si a ello se une el festival de cine valenciano de cortometrajes, CinemaJove, la Comunidad Valenciana se situaría a la cabeza, por encima de la Comunidad de Madrid.

En la provincia de Alicante el Festival Internacional de Cine Independiente de Elche, el más longevo con 39 ediciones, hace unos años que figura en este listado de festivales cuyos trabajos premiados permiten la inscripción para la carrera a los Goya; el de l´Alfàs del Pi lo hace desde hace tres años, dos años el de Alicante y la última incorporación ha sido, recientemente, la del Festival de Cine de Sant Joan, que acaba de celebrar su 16 edición.

«Es verdad que en cuestión de tres años se ha pasado de solo tener un festival que contaba para los Goya, el de Elche, a tener cuatro. No me había dado cuenta de que era la provincia con mayor número de festivales calificados», apunta el cineasta Juan Luis Iborra, director del Festival de Cine de l´Alfàs del Pi, que este año cumple 28 ediciones y que ha recibido 803 cortometrajes, ya que el corto ganador de ficción es uno de los mejores dotados económicamente -inicialmente con 9.000 euros y hoy, con 5.000 euros.

Para Iborra, que la provincia tenga tantos festivales colaboradores, refleja que «hay más afición por el cortometraje, y se ve que la Asociación de Cortometrajistas también ha valorado bien los festivales que tenemos aquí, porque hay más de 200 festivales de cortos en España y los cortometrajistas confían en que los nuestros son festivales serios».

El director del Festival de Sant Joan, Javier Ballesteros, se muestra orgulloso que el festival, con más de 700 trabajos recibidos, se haya sumado recientemente a la lista, ya que «no es nada sencillo que valoren tu criterio porque hay muchísimos festivales en España, y es un honor que sea la provincia más representativa. Ojalá se sumen otros como el de Sax o Torrevieja».

Ballesteros apunta que el certamen también ha recibido el sello de calidad de la Asociación de la Industria del Cortometraje y todo ello es «una gran noticia, que seamos valorados como uno de los 30 mejores festivales españoles, siendo este un festival de un pueblo, que está al mismo nivel que otros festivales mucho mayores». Además, añade que este año los finalistas también tienen opción de inscribirse si suman seis nominaciones en festivales colaboradores (en el caso de cortos de ficción) o tres nominaciones (en cortos documentales o de animación).

El Festival de Cine de Alicante, a su vez, cuenta en dos categorías, ya que tiene diferenciados el premio al mejor corto de ficción (que va a la preselección de los Goya desde hace dos años) y de animación (hace un año). Para su director, Vicente Seva, «es una plataforma importante y un buen reclamo para los festivales que "puntúan". Esta es una provincia muy cinéfila para cortos, tanto de público como de realizadores, y nosotros duplicamos la cifra de trabajos desde que lo hicimos público». El Festival, con 1.200 cortos recibidos, cerró su decimotercera edición con más de 10.000 participantes en sus actividades.

Para Paco Huesca, «es un hito que la provincia sea la que más festivales colaboradores tenga y la inclusión del de Sant Joan consolida la idea de que los deberes los estamos haciendo bien, ya que esta es la antesala a las nominaciones definitivas a los Goya y confían en el criterio de nuestros festivales. Con más de 6.000 cortos recibidos este año, Huesca cree que «hay que luchar por dignificar el corto, que tiene que volver a las salas de cine delante de un largo» y hace que su vida se ciña a los festivales. Por ello, cree, ante el exceso de festivales de cortometrajes en España es importante la selección de la Academia» y considera que en la provincia «siempre ha habido mucha inquietud por los cortos, antes que era más difícil hacerlos y también ahora, quizá animados por los estudios de la Ciudad de la Luz».