La última de las tardes de la Feria de Hogueras presentó un lleno ficticio, consecuencia del paso de José Tomás. Sin estar a rebosar, los tendidos presentaban un aspecto magnífico, casi completo.

La presentación del primer toro levantó murmullos y palmas de aprobación del público. Manuel Escribano lo banderilleó con soltura, destacando un par quebrando al violín. Así, consiguió la primera oreja de la tarde tras una faena de muleta en la que hubo de aguantar miradas y dudas del astado de Adolfo Martín para trenzar tandas por ambos lados de mérito. Manoletinas finales y una estocada algo trasera preludian el trofeo conseguido.

El segundo de la tarde fue devuelto al corral tras sonar los tres avisos. Palazón, en su primer paseíllo del año, se atascó con espada y descabello tras una faena meritoria, en la que destacaron un par de tandas con la diestra y algunos naturales de buen trazo a un encastado y colaborador toro.

Paco Ureña cortó la segunda oreja del festejo tras una faena con fases muy templadas a un toro de complicada condición al que logró extraer algunos naturales y de rechazos lentos y templados. Buena estocada de remate. Brindó la faena a Francisco José Palazón.

Cornada grave a Manuel Escribano cuando entraba a matar al cuarto toro. Había realizado Escribano una faena de buen tono al cuarto toro brillando especialmente en banderillas y en tandas por ambos pitones al toro "Madroño", que viajó largo en las telas cuando le enganchó y ligó las embestidas.

Según el parte facultativo del doctor Reyes, el diestro sufrió una cornada en la zona femoral de 12 a 14 centímetros con afectación al testículo izquierdo y pérdida de masa escrotal. El diestro ha sido trasladado a la UCI del Perpetuo Socorro. El propio doctor Reyes reconoció a INFORMACIÓN que es uno de los percances más graves que ha antendido en el coso taurino.

No logró lucirse Palazón en el quinto de la tarde, un animal que, tras dos fuertes puyazos, quedó muy a la defensiva para la muleta buena estocada. Saludó desde el tercio. Brindó a su mozo de espadas, Andrés.

Descafeinado el último capítulo de la tarde con un astado que impidió el lucimiento de Paco Ureña. Los aficionados, tras ovacionar al lorquino, se marcharon algo consternados entre las diferentes versiones sobre la gravedad del percance de Escribano.