Los toros de Adolfo Martín suponen el mayor de los alicientes de la tarde de hoy, día uno después de José Tomás. Ya lo eran desde un principio, tras su triunfo en agosto de 2015. En aquella ocasión los astados lucieron variadas y enrazadas embestidas que supusieron toda una bocanada de novedad para el público asistente. Quizá constituya la mayor y más ponderable apuesta de la empresa, pues nunca una de las ganaderías del otro circuito, ese mal llamado «torista», había ocupado una de las fechas centrales de la feria. Con sus matices, claro, pero importante al fin y al cabo. Los famosos «albaserradas» del sobrino del gran Victorino se han ganado con su variado, emocionante y encastado juego los parabienes de la afición en los últimos años, con la plaza de toros de Madrid como escaparate principal.

Frente a ellos, la mayor novedad y argumento es ese Paco Ureña que viene dejando en la retina de los aficionados las faenas con mayor enjundia y pureza de las últimas décadas. Con un toro de este mismo hierro realizó en la Feria de Otoño de Madrid una de las faenas más recordadas de la última temporada. Y ya en el ciclo abrileño de Sevilla de esta temporada le cortó las dos orejas a otro albaserrada, en este caso de Victorino, convenciendo sin reparos a la afición maestrante. Este lorquino de toreo caro, casi el más caro que puede darse, debuta en el ruedo alicantino.

Junto a él, la calidad de Francisco José Palazón entrará en liza. Repite con este hierro porque salió a hombros junto a Manuel Escribano en el mencionado festejo agosteño, aunque si bien el sevillano es asiduo en corridas de este tipo, para el petrerense resultó toda una novedad a la vez que un reto. Sabe Palazón de exquisiteces en su toreo, ampliamente demostrado en el coso de la Plaza de España. Los toreros que se encuentran en una situación como la suya no tienen más camino que triunfar en las pocas oportunidades en que se ven anunciados a lo largo del año.

La experiencia de Escribano con reses de esta procedencia vivió su culminación también durante la pasada Feria de Abril, cuando indultó al victorino Cobradiezmos, un ejemplar extraordinario que puso de acuerdo incluso a los aficionados más exigentes. Dos orejas simbólicas le concedieron al torero de Gerena. Sin embargo, desde tan trascendental triunfo no ha vuelto a corroborar el buen momento. Por tanto, la de hoy se presenta como una gran oportunidad para reivindicar su condición de experto en estos toros, además con las cámaras de televisión en directo.