El avión Impulse II, que vuela únicamente con energía solar, aterrizó ayer con las primeras luces del día en el aeropuerto de San Pablo, en Sevilla, tras cruzar el Atlántico Norte y superar una de las etapas más difíciles de su gira alrededor del mundo.

El aparato aterrizó a las 07.38 horas, a los mandos del piloto suizo Bertrand Piccard. Vuela día y noche sin combustible, sólo con energía solar, y ha tardado dos días, 23 horas y 10 minutos en cruzar el Atlántico Norte, desde que despegó el pasado lunes del aeropuerto JFK de Nueva York.

Esta travesía, de casi 6.300 kilómetros, se considera una de las etapas más difíciles al dar la vuelta al mundo, dada su duración, las condiciones meteorológicas y el intenso tráfico aéreo de esta zona.