Más de 30 tallas en madera policromada, realizadas por los indígenas en las misiones jesuitas del Uruguay a partir de 1609, además de objetos y material arqueológico, conforman la exposición "Uruguay en Guaraní. Presencia indígena misionera", que se inaugura el próximo día 30 en la sala de la Biblioteca del MARQ. La muestra está producida en colaboración con el Museo de Arte Precolombino e Indígena de Montevideo (MAPI), su Fundación, la Intendencia de Montevideo y la Embajada del Uruguay en España, que se incorpora a la exposición también internacional sobre los vikingos que se puede ver en el museo.

La exposición tiene como objetivo dar a conocer el rico patrimonio uruguayo indígena y aquél que viene aportado por la colonización posterior al descubrimiento de América a finales del siglo XV. Las tallas que se van a poder ver en el MARQ hasta enero de 2017, se realizaron en las conocidas misiones de la Compañía de Jesús en estos territorios al Norte del Rio Negro, iniciados con la fundación de la primera misión jesuítica en San Ignacio de Guazú en 1609.

"Urugua habla Gauraní" brinda la oportunidad de descubrir la apasionante realidad que trasciende de la fundación de los pueblos misioneros al norte del actual territorio uruguayo durante el siglo XVII, donde los jesuitas realizaron una intensa labor pedagógica, colaborando y protegiendo, en su mayoría, a grupos de agricultores guaraníes.

La voluntad universalista del proyecto jesuítico, con intereses directamente relacionados con el Vaticano, provocó la publicación de la Pragmática Sanción del año 1767, por la que el rey Carlos III los expulsaba de todos los dominios de la Corona de España incluyendo los de Ultramar y clausuraba sus misiones, entregándoselas a administradores españoles dependientes del gobierno colonial.

Una de las estrategias pedagógicas de los jesuitas utilizada para facilitar la conversión de los indígenas en sus misiones, estuvo ligada a la reproducción masiva de imágenes religiosas tanto de bulto como pictóricas. Las hábiles manos de los artesanos indígenas y de los maestros llegados de España, se reconocen a través de una cuidada selección de 30 tallas en madera policromada, procedentes de diferentes lugares del territorio nacional uruguayo y que se pueden contemplar en esta exposición.

Acompaña a este importante conjunto escultórico una selección de los materiales arqueológicos del extinto pueblo de San Francisco de Borja del Yí (1833-1862) que tienen un enorme valor testimonial y documental, que permitirá al visitante percibir la incidencia del sistema misionero jesuítico en los procesos sociales que ocurrieron en el territorio uruguayo desde el siglo XVIII.

Se trata de una ocasión única para contemplar en Alicante una cultura material hermanada con nuestras raíces, procedente del otro lado del océano, en una clara demostración de lo íntimamente conectada que se encuentra España de América, dos tierras que han caminado de la mano durante largo tiempo.

Esta exposición pretende revelar la peculiaridad del Uruguay como lugar destacado en el estudio académico del pasado indígena de esta parte del subcontinente, y reafirmar su pertenencia a la Ruta Jesuítico-Guaraní reconocida por la UNESCO, validando así su condición de destino turístico cultural y religioso. Siendo este un proyecto de relevancia internacional con el que el Gobierno del Uruguay presenta al mundo una parte importante de su legado y que de Alicante alcanzará San Petersburgo (Rusia) tras haber estado expuesto en Valencia.