Alejado de los circuitos, comprometido con productos audiovisuales de difícil visibilidad, dirigido al público que no suele ser público y cercano a lo alternativo. Así será el Festiverian Cinexpress, un festival de cine alternativo y underground que nace con el objetivo de sumar, de aportar algo diferente y complementario al Festival de Cine de Alicante.

Cortos, o más bien cortísimos, son los productos que busca este encuentro que celebrará del 3 al 10 de junio de 2017 sus jornadas centrales, pero que se concibe como una cita continuada desde primeros de año. De hecho, en octubre saldrán las bases para participar y en enero se proyectará el primer ciclo, ya que cada mes tendrá una temática diferente.

Poca alfombra roja y mucho foco para dar luz a colectivos que trabajan en el mundo audiovisual y que no encuentran espacios de exhibición. «Creíamos que había un hueco y unos públicos muy concretos que pasaban desapercibidos y concretamente una idea global que nos unió fue que teníamos que intentar trabajar el cine alternativo y underground porque eso nos permitiría contactar con una serie de creadores de la provincia que están produciendo cosas, pero que no están obteniendo la relevancia que podrían tener», apunta Juanjo Cervetto organizador del festival junto a radio Artegalia.

Precisamente en esta emisora surgió la idea de poner en marcha este certamen. «Pensamos en un festival que sume, una alternativa a lo que existe porque buscamos un público que cree en un cine express, vinculado a los microcortos que están haciendo muchas personas y queremos elevar ese lenguaje a algo importante».

Lejos de lo vip y con contenido autoproducido por la gente. Ese podría ser el lema de Cinexpress porque «buscamos cortos, cortísimos, gente no profesional, aficionados que hacen trabajos con unos costes de producción que pueden ser asumidos por cualquier persona».

No es un modelo vip, «es más de calle y ciudadano». Por eso, Cervetto ve la inauguración y la clausura en un espacio como el cine de verano de Las Cigarreras. «Caben alrededor de doscientas personas y el sitio nos gusta porque queremos popularizar el cine, que cualquier persona pueda hacer cine y acceder al cine».

Una vez seleccionados los trabajos, el Festiverian Cinexpress pretende arrancar en enero y las proyecciones se harán en diferentes espacios, tanto públicos como privados. «Va a ser como por capítulos; hasta que llegue el momento de la clausura del festival vamos a hacer todos los meses proyecciones sobre diferentes temas. Lo hemos denominado triángulos temáticos y cada mes habrá uno». Por ejemplo: amor, pasión y desazón, sería uno de los triángulos; igual se haría en torno al terror, a la ciencia-ficción o al cine negro. «Lo que no queremos es ver los trabajos presentados todos en junio», afirma.

El caso es que en esas jornadas finales se proyectarán piezas alternativas, tanto cortos como largos, de productores y directores «de nuestro entorno», que se hayan estrenado en otros festivales o no. «Nos hacen falta seis o siete y ya hemos cerrados dos, porque vamos a respaldar la producción de gente que trabaja aquí».

El concepto de alternativo no es solo por el tipo de cine en sí mismo, «tiene que ser alternativo porque buscamos públicos muy concretos». En este sentido, habla de los jóvenes de cinco institutos de enseñanza media de la ciudad para que participen consumiendo este cine en su propio centro. «Es un público difícil de captar y el camino oficial no sirve».

También se contemplará trabajar con los centros de mayores, «y llevar ese modelo del sector educativo a los mayores para que se les tenga en cuenta». Otro colectivo sobre el que se centrará el festival es el de mujeres reclusas o que lo hayan sido. «Tenemos un buen contacto con una organización de Elche que tiene un programa de desarrollo profesional con presas y queremos darle visibilidad, y por tanto si hay trabajos audiovisuales que hayan creado se pueden sumar al festival». Igualmente se va a incorporar la red de 25 centros de discapacitados de la provincia para dar cabida a proyectos realizados por este segmento de la población.

No habrá premios en metálico, «nos parece más interesante pensar otras propuestas», y se realizarán actividades paralelas, como conferencias y mesas redondas con alguna director de cine alternativo. Además, Alicante será un centro de producción y rodaje a través de la Film Comission, de manera que se rodarán cortos que luego se proyectarán.

«La clave es que los productos culturales deben motivar y emocionar a la gente y queremos abrir una puerta alternativa a gente que está haciendo cine o productos audiovisuales que no tienen ninguna visibilidad», asegura Juanjo Cervetto. «Es un festival de cine que pretende sumar y dar visibilidad a otro modelo de producto cultural más participativo y complejo, con otro segmento de público».