Algo insólito está ocurriendo en nuestra sociedad, un concejal de Cultura, elegido democráticamente, arremete contra dos ciudadanos, los dos comisarios del proyecto expositivo Arte Último, por el mero hecho de criticar su gestión al frente de la concejalía de Cultura del Auntamiento de Alicante.

Daniel Simón realiza unas declaraciones en un escrito de una página entera en este periódico, con la idea de desprestigiar y ensuciar el trabajo de dos profesionales independientes. Cuando su deber es el de ser garante de imparcialidad y evitar conflictos, se dedica a crearlos. En su incapacidad para justificar con argumentos válidos su cuestionada gestión en la cultura, su respuesta es anular la libertad de expresión de cualquier persona crítica con su gestión, recurriendo a artimañas de difícil justificación.

De manera prepotente y difamatoria enjuicia sin contrastar los hechos, situándonos a los comisarios en la diana de la discordia, pues nos hace culpables solo por hacer nuestro trabajo y por ejercer nuestro derecho a la crítica.

Un ataque impropio en el que llega incluso a valerse, con muy mal estilo, de pasados conflictos, como fue la única renuncia al ciclo de Arte Último de un artista, sin decir que más de treinta artistas sí que han colaborado en este ciclo. ¿Acaso valora más a un solo artista que a todos los demás, a estos no los considera, o también se les estigmatiza?

Estos artistas sí vieron los beneficios de este proyecto, para sus trayectorias artísticas y para la cultura de Alicante. Pero maldita la hora en que se nos ocurrió generar un proyecto en este páramo cultural que es Alicante. El concejal también se vale de dos asociaciones, sin nombrarlas, que criticaron la gestión de la cultura en Alicante, a las que Arte Último les mandó la petición de realizar una comisión de investigación, en la que personas ajenas al ciclo estudiaran los documentos y todo lo realizado, para dilucidar la verdad de estas afirmaciones. Se les mandaron varios correos certificados con esta petición, tenemos constancia de que les llegaron, pero nunca respondieron. ¿No tenían entonces ningún interés en aclarar la verdad? Parece que al concejal tampoco le interesa esto.

Pero el concejal, dentro de toda su tergiversación, nos acusa de ánimo de lucro por cobrar por nuestro trabajo, y por exigir contrato, por eso sigue con proyectos de coste cero o casi. Qué complicado es cumplir con las buenas prácticas.

Nos adelantamos en promocionar a los artistas de Alicante. Maldito Arte Último. Este proyecto expositivo, en este formato, no existe en ninguna otra ciudad o centro del país. La idea de mostrar mes a mes a artistas de Alicante, que estaban trabajando en arte contemporáneo, es un formato que nosotros creamos e introdujimos por primera vez. Maldito Arte Último, idea de la que se apropia ahora el concejal.

No se preocupe el concejal, hace tiempo que pensamos que es el momento para que otros tengan la oportunidad de presentar sus proyectos. Nosotros ya hicimos nuestro trabajo y ahí está para el que lo quiera ver. En sus declaraciones dice, arrogándose un conocimiento absoluto de nuestro ánimo, como con todo lo demás, que “estamos enfadados porque haya abierto el concurso público”. Nada más lejos de la realidad, ahí está la hemeroteca, si acuden a ella verán que siempre hemos defendido el concurso público en las instituciones.

Un concejal debe saber qué es ser concejal, representa a la institución que lo ha nombrado, por lo que no puede realizar ataques a nivel personal a los ciudadanos críticos con su gestión, porque no se trata de su persona, sino de la gestión cultural de Alicante. Pero incomprensiblemente lo está haciendo, mezclando lo personal con lo institucional, tratando de desprestigiar la labor de los particulares.

Es curioso el arrojo que muestra Daniel Simón al meterse con dos personas que han trabajado en el campo del arte, esperamos que también tenga esta “valentía” para pedir a Valencia, a la Generalitat, el dinero que nos corresponde para poder hacer una cultura digna, y no se resigne con la miseria que ofrece para nuestras salas de arte y museo.