Es una expresión latina, traducida del griego, que daba significado al hecho de que una máquina o medio mecánico se introducía en un teatro desde fuera del escenario con un actor interpretando a un dios para resolver una situación o dar un giro a la misma. Muchos siglos después, Deus ex machina se refiere a un elemento externo que resuelve una historia sin seguir su lógica interna. Eso y también al título de la película que el realizador Fernando Osuna estrenó ayer en el Festival de Cine de Alicante.

«Para mí es una historia de amistad, para otros de codicia... y eso me resulta muy curioso, cada uno puede ver una cosa», asegura el director de la cinta que el año pasado también presentó en el festival su primer largo, Señor Manolo. «Ha sido muy complicada de rodar y de montar, ha sido un reto más que una película».

Dos actores, el televisivo Nacho Guerreros y Jorge San José, se encerraron 16 horas diarias durante 12 días en una habitación. Y de ahí salió esta historia, que guardaba en el cajón desde hace 20 años Juanjo Ramírez Mascaró. «Tuvimos que actualizarlo y meter las redes sociales y el móvil».

El personaje principal es un dibujante que recurre a una editorial en busca de trabajo, pero el jefe no queda satisfecho con sus dibujos. A partir de ahí se desarrollan una serie de acontecimientos inesperados. «El punto fuerte es que se sale de lo corriente, que se concentra en una sola habitación, y eso hace que sea una apuesta muy arriesgada».

Osuna pensó que sería sencillo rodar solo con dos personajes y en un mismo espacio. «Pero no, error. Era más complicado porque todo tenía que estar perfecto, el ritmo, los actores, y es a tiempo real».

Para Nacho Guerreros, el popular portero de La que se avecina, es su primera experiencia en cine, «aunque cuando leí el guión parecía teatro». Afirma que dijo sí, «sin saber en qué marrón me estaba metiendo, sobre todo porque vengo de una serie de televisión con muchos personajes y diferentes escenarios y aquí era todo lo contrario».

Aún así, «mi entrada en el cine ha sido por la puerta grande, hace diez años que hago de tonto en la serie y hacer de listo para mí ha sido un gran cambio».

Para Jorge San José, rodar en un espacio reducido tantas horas dos personajes crea tensión, hasta el punto de que «había momentos en los que gritaban corten y nosotros seguíamos odiándonos un poco. Llegábamos por la mañana llevándonos muy bien y por la tarde ya nos mirábamos mal».

Ahora, Deus ex machina espera lucirse para que las distribuidores le hagan guiños. «Todavía no tenemos, pero estamos abiertos a cualquier tipo de oferta», apunta Osuna. «Es difícil para una película independiente, aunque como tenemos a Nacho esperamos que su popularidad nos ayude».

«Hay un cine a y un cine b», apunta San José. «Ahora se hacen películas de bajo presupuesto porque se pueden hacer por la tecnología y antes no. Y eso es un arma de doble filo».