El libro es un reivindicación de la figura de Ana Belén. ¿Por qué ahora, cuando sigue en activo?

Pretende mostrar una panorámica de la cultura en España desde los años sesenta. La actriz y cantante figura en el libro como hilo conductor de un retrato de generación.

Ana Belén como mito de esa generación.

Sin duda alguna, Ana desde que debutó tanto en el cine como en la música siendo una niña, no ha dejado de ocupar un papel de primer plano. Ella aspira a envejecer como María Dolores Pradera o Katherine Hepburn. Es decir, en un escenario.

¿Nunca le perdonaran a Ana Belén ser guapa y de izquierdas?

Ana rompió aquel estereotipo de la izquierdista fea, antipática y mal vestida. El arco que abarca desde mitos, como Dolores Ibárruri, siempre enlutada y seria, a una artista guapa y alegre, explica los inmensos cambios durante la Transición.

¿Cómo explica la larga trayectoria de una niña precoz?

Por el talento, la constancia y un trabajo muy profesional. Ana siempre destaca la suerte que ha tenido de conocer a personas que influyeron mucho en su carrera como el director teatral Miguel Narros, fallecido hace unos años; o el propio Víctor Manuel con el que se casó en 1972. O actores de la talla de Agustín González o Berta Riaza.

¿Ha sido difícil bucear en la vida de una artista tan celosa de su intimidad?

Me costó mucho convencerla porque tenía una mezcla de pudor y de modestia. En cualquier caso, tenía claro que no se puede escribir una biografía de una persona viva sin su colaboración. Ella me concedió unas cuantas entrevistas, pero además he recogido testimonios de una veintena de amigos, compañeros y familiares, he visto todas sus películas y he escuchado todos sus discos.

¿Algo que le hubiera gustado contar y no ha podido?

No he tenido censuras ni autocensuras. He tenido acceso a su casa, a sus camerinos y a sus conciertos detrás del escenario. Es más, en algunas ocasiones, Ana no sabía que yo estaba asistiendo a un ensayo. Ha habido una confianza mutua y, quizá no he contado algunos aspectos que me parecía que traspasaban la frontera de la intimidad a la que cualquier persona tiene derecho.

¿El secreto de su relación «biótica» con Víctor Manuel?

Hablé de esa relación con ella, con él y con varios amigos cercanos de la pareja. Todos coincidieron en una receta fácil de explicar, pero muy difícil de aplicar: admiración mutua, respeto y crecer juntos. Además, Víctor me dio una clave que resulta básica en una pareja de artistas: no competir entre ellos, sino colaborar.

¿Veremos a Ana Belén pidiendo el voto para algún partido?

No creo que pida ahora públicamente el voto para ningún partido concreto. Pero Ana siempre ha votado a la izquierda. Sin embargo, Ana apoyó hace unas semanas, junto con un grupo de intelectuales y artistas, un pacto de gobierno entre el PSOE, Podemos y Ciudadanos.