Un ensayo clínico hecho por el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y el Centro de Regulación Genómica (CRG) ha demostrado que un compuesto del té verde -la epigalocatequina galato- junto con la estimulación cognitiva mejoran las capacidades intelectuales de las personas con síndrome de Down.

Los resultados de la fase 2 del ensayo clínico, que publica hoy la revista The Lancet Neurobiology, indican que este tratamiento consigue mejores resultados en las pruebas relacionadas con la memoria visual y las funciones ejecutivas que aquellos participantes del grupo control.

El ensayo lo han liderado los doctores Rafael de la Torre y Mara Dierssen y, a pesar de no ser una cura, es la primera vez que un tratamiento demuestra cierta eficacia en este síndrome y abre la puerta a nuevas investigaciones para tratar un síndrome que se creía huérfano de tratamiento.

La epigalocatequina galato es un compuesto presente en el té verde, que, junto con un protocolo de estimulación cognitiva, mejora algunas de las capacidades intelectuales y modifica la excitación y conexión funcional del cerebro.