La Asociación Escritores de Luces de la Universidad de Alicante (ELUA) inauguró ayer una nueva edición del seminario sobre cultura fotográfica "Infotógrafos", a las 19 horas, en la Sede Ciudad de Alicante (Ramón y Cajal, 4), coordinada por Consuelo Martínez y Javier Serrano. El seminario, que alcanza su séptima edición, está integrado este año por cuatro conferencias, los días 6, 7, 13 y 14 de junio.

La conferencia de ayer corrió a cargo de David Jiménez, quien habló de "Fotografiar lo invisible". Jiménez explicó el proceso de trabajo que hay tras cada una de sus creaciones. Algunos de esos proyectos, como Infinito (Photovision, 2000) son una referencia dentro del panorama del fotolibro español de las últimas décadas. El autor detalló también el largo proceso de más de 15 años que dio lugar a su libro más reciente, Versus (RM, 2014 y explicó cuáles son las ideas fundamentales en las que basa su obra y las prácticas que ha utilizado para darles forma.

El programa continúa hoy con "Railowsky. Treinta años de una fotogalería", de la mano de Juan Pedro Font de Mora, director de la Fotogalería Railowsky. Font de Mora, hablará de la "filosofía" Railowsky o cómo hacer mucho con poco, de sus grandes proyectos y de cómo se formó la Colección Railowsky .El mercado de la fotografía en España y cuáles son sus proyectos de futuro, completarán su intervención.

El lunes 13 de junio será el turno de Lucía Morate y su conferencia "Constantes en mi mirada" y el miércoles 14 finalizará el seminario Javier Arcenilla, con "Narradores de historias imposibles". Arcenilla asegura que, a día de hoy, el sueño de muchos de convertirse en fotógrafos de reportaje, fotoperiodistas o documentalistas está produciendo un extenso y rico abanico de trabajos fotográficos y multimedia en torno al lenguaje de la imagen, pero también satura el mercado.

Cada vez es más difícil de ver la línea que separa a fotógrafos, testigos, informadores o profesionales ante tanta cámara anónima que documenta los últimos dramas sociales de nuestro tiempo, por lo que Javier Arcenilla se plantea cuál será el futuro de los narradores de historias imposibles.