Orquesta Robert Schumann-Philarmonie

Alicante, ADDA, 26 mayo 2016 20H.

FrankBeermann, director

Fabio Bidini, piano

Robert Schumann

(Zwickau-Sajonia, 1810- Bonn, 1856)

Obertura de Julio César

(opus 128)

Después del estreno en 1848 de su ópera Genoveva, que fue un gran fracaso y de la que sólo se sigue ejecutando la obertura, Robert Schumann compone varias oberturas más como Manfred, sobre un poema de Lord Byron, La novia de Mesina, a partir de Schiller y Hermann y Dorotea, sobre una obra de Goethe. La obertura que hoy escucharemos, Julius Caesar, a partir del texto teatral de Shakespeare, fue compuesta en 1851 y es posterior a sus cuatro sinfonía. Schumann era, desde un año antes, director municipal de música en Dusseldorf, cargo del que tuvo que dimitir por incapacidad para el cargo. En 1854, en uno de sus frecuentes trastornos psíquicos, se arrojaría a las aguas del Rhin de donde fue rescatado para pasar sus últimos años internado en el manicomio de Endenich, cerca de Bonn, donde fallecería acompañado los últimos días por su esposa, la pianista Clara Schumann, y su amigo el músico Johannes Brahms.

Aram Kachaturian

(Kodjori,cerca de Tbilisi 1903- Moscú, 1978)

Concierto para piano y orquesta en re bemol mayor

Fue compuesto en 1936, cuando el armenio Kachaturian había concluido sus cursos de perfeccionamiento en el Conservatorio de Moscú y finalizado la composición de su primera sinfonía. El Concierto para piano supone el primer éxito mundial para el joven compositor que con Prokofiev y Shostakovich componen el trío que llevó la estética socialista fuera de las fronteras soviéticas. Los tres sufrirían en 1948, con la «resolución Zhdanov», la acusación de enemigos del pueblo por los toscos gustos del dictador Stalin, por lo que tuvieron que retractarse públicamente. El concierto para piano fue estrenado el 12 de julio de 1937 en Moscú y durante su trabajo en la partitura Kachaturian fue aconsejado por Serguei Prokofiev. Constituye, con su concierto para violín, de 1940, y la Danza del sable, de su ballet Gayaneh, una de sus obras más populares.

Ludwig van Beethoven

(Bonn, 1770-Viena, 1827)

Sinfonía número 3, en mi bemol mayor, «Heroica» (opus 55)

Los exégetas de Beethoven consideran que con esta tercera sinfonía el autor de Bonn hace estallar los cuadros de la sinfonía clásica marcando una especie de frontera en la historia de la música. Fue esbozada en 1802, durante su estancia en Heiligenstad, cuando sufre la súbita agravación de su sordera. Culmina su composición entre la primavera de 1803 y mayo de 1804 y se ejecuta por primera vez, de forma privada, en agosto de 1804 en casa del príncipe Lobkowitz, a quien sería dedicada definitivamente. Inicialmente la dedicatoria y el subtítulo de la composición era Bonaparte, a quien Beethoven consideraba entonces un «liberador» de Europa. Cuando Napoleón se hizo coronar emperador Beethoven tachó con rabia la dedicatoria inicial cambiándola por «Sinfonía Heroica, compuesta para celebrar el recuerdo de un gran hombre», considerando que Bonaparte había traicionado los ideales de la Revolución Francesa. También sustituyó la Marcha triunfal del segundo movimiento por una Marcha fúnebre, la parte más celebre de la composición. La primera ejecución pública tuvo lugar el 7 de abril de 1805 en el Theater an der Wien, bajo la dirección del autor, y era en aquellos años la sinfonía de más larga duración, casi cincuenta minutos, de cuantas se habían compuesto. Fue la primera sinfonía de Beethoven que se ejecutaría en París por la Sociedad del Conservatorio, en marzo de 1828.