Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El arte en los genes

Amérigo Asín y su hija María Jesús realizan por primera vez una exposición conjunta de sus obras

El arte en los genes

Amérigo Asín lleva toda su vida pintando, tiene 83 años, «pero para la pintura, como si tuviera 20», indica este artista alicantino, reconocible por sus paisajes y sus abstracciones, que el pasado año tuvo una muestra antológica de su obra en la Lonja. María Jesús Amérigo, de 43 años, lleva veinte dedicada a la pintura, a la ilustración y al dibujo y siempre ha evitado vincular su carrera a la de su padre «porque tenemos trayectorias independientes», valora.

La idea de exponer juntos le rondaba al padre desde hacía años y fueron los hermanos de María Jesús quienes le empujaron a hacerlo. El lunes, finalmente, unieron sus obras más representativas en la muestra que acoge la Asociación de Artistas Alicantinos, donde el espectador podrá comprobar sus diferentes estilos y sus posibles influencias.

«Mi padre es más de óleo y yo más de dibujo», aclara ella, que tiende a la figuración, a la pintura onírica y al retrato, mientras que su padre recurre por igual a sus paisajes y marinas que a la abstracción pura y dura «que es con lo que más disfruto, todo es imaginación y locura, y nunca sé por dónde va a salir un cuadro»

Amérigo Asín asegura que «a mi hija no le he enseñado nada jamás en pintura. Es muy creativa y su pintura tiene mucha poesía. A mí me gusta todo lo que hace», mientras que ella considera «excelente» la obra de su padre, «es un gran pintor de la luz» y sus abstracciones son «maravillosas» porque «eso es él, su yo más íntimo».

María Jesús, que tiene su propia marca de caricatura y da clases de pintura en las salas municipales de Santa Pola, es la única de sus hermanos que comparte con su padre la pasión por pintar y lo atribuye al ambiente artístico que fluía en su casa más que a su padre. «Ver a mi padre pintar es posible que inconscientemente me influyera, pero nunca hemos pintado juntos. No habríamos podido hacerlo porque seguro que saltarían chispas», asegura, tras reconocer que él sí le transmitió «el contraste en los colores y el tratamiento de los lienzos».

«Siempre hay que aprender, nunca se llega, y yo he aprendido mucho de ella», indica orgulloso Amérigo, de artista a artista.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats