El público portugués descubrió en primicia mundial el sábado por la noche la voz de Axl Rose, de Guns N' Roses, junto a la banda de hard rock AC/DC, que inició su gira europea en Lisboa marcada por la ausencia de su cantante Brian Johnson, aquejado de problemas auditivos. Pero el debut no pudo ser más estrambótico: Rose apareció sobre el escenario en silla de ruedas debido a una lesión. Y así cantó durante toda la noche, sin moverse de la butaca, con la pierna estirada y protegida por una rotura en el pie. Esta noche tendrá ocasión de juzgar la idoneidad de Axl Rose el público español en Sevilla, única parada en España de la banda.

La Facua-Consumidores en Acción anunció la semana pasada que denunciará a la promotora del concierto, Live Nation, tras constatar que ésta ha dejado de tramitar las devoluciones de entradas solicitadas por usuarios que ya no quieren acudir al espectáculo tras el cambio de vocalista de la banda. Según un comunicado de la Facua, la promotora del concierto se comprometió, tras la primera reclamación de esta asociación de consumidores, a reintegrar el importe de los pases a todas aquellas personas que así lo solicitaran y que acreditasen convenientemente su compra. «Devolveremos el dinero. Analizaremos cada caso y nos comprometemos a dar respuesta en menos de 48 horas a todas las solicitudes que nos lleguen», aseguraron fuentes de Live Nation hace unas semanas. Sin embargo, la empresa dejó de tramitar las devoluciones el 3 de mayo, por lo que numerosos usuarios que tramitado sus solicitudes de reintegro desde la misma madrugada del día 4 han recibido por escrito la negativa de Live Nation a aceptar su solicitud.

La prensa portuguesa elogió ayer de forma unánime el debut del estadounidense Axl Rose como vocalista de AC/DC. El cambio de vocalista, motivado por los problemas de audición de Brian Johnson, había generado dudas entre los seguidores del grupo australiano y provocó que algunos de ellos decidieran devolver su entrada, por lo que no se pudo colgar el cartel de agotado. A pesar de ello, el recinto del Passeio Marítimo de Algés, con capacidad para cerca de 50.000 personas, parecía estar lleno hasta los topes de fans que no dejaron de vibrar a pesar de la ausencia de Johnson y de la fuerte lluvia que no dejó de caer durante todo el día en la capital lusa.