Los festivales de cine, pequeños y grandes, se han transformado en el hábitat natural del género del cortometraje. Situación que se presenta a todas luces insuficiente para expertos, autores y espectadores, y que ahora viene a reivindicar Paco Huesca, director del Festival de Cine de Elche, con el anuncio y lanzamiento de un manifiesto dirigido a certámenes e instituciones (Ministerio de Cultura, SGAE...) con el fin de cambiar este contexto. Algo que, de momento, Alicante y Sant Joan secundan sin duda, pero con matices.

Huesca, quien ya ha puesto en marcha un hermanamiento del certamen ilicitano con el prestigioso de Sundance, apuesta por una mayor presencia y exhibición del cortometraje en las salas de cine comerciales.

«Tenemos que concienciar y exigir que el corto pueda ser visto con normalidad en las salas, porque hasta ahora solo se ha ninguneado al género, se ha dinamitado», explica Huesca, consciente de las adversidades que se han visto obligados a sortear los cineastas españoles entre recortes y escasas financiaciones.

Vicente Seva, director del Festival de Cine de Alicante, recalca la necesidad de estar unidos todos los certámenes españoles en este aspecto donde, por otro lado, no resulta fácil navegar siempre en la misma dirección: «La última palabra no la tenemos nosotros, sino que la tienen las salas de cine. Además, algo que muchas veces nos trasladan estos mismos gestores es la imposibilidad de proyectar los cortos antes de las películas porque junto a los tráilers y la publicidad, ya se va mucho tiempo. Por eso creo que los festivales somos una buena plataforma cuando las televisiones compran y emiten cada vez menos cortometrajes...».

De hecho, según añade Seva, en esta próxima edición del Festival de cine de Alicante (que arranca el próximo 4 de junio) se podrán ver hasta 65 cortometrajes durante toda una semana en los cines Panoramis. Pantalla grande, excelente calidad, aunque es cierto que eso se sale del habitual circuito comercial de las salas de cine... «Los festivales dan vida a los cortos y somos una gran plataforma de difusión», agrega Seva, quien reivindica además la unión de los certámenes de la Comunidad en una reciente cita que tuvo lugar en Valencia.

El «día más corto», exhibiciones de cortos que tienen lugar por el mes de diciembre, y más cortometrajes en la previa de los Goya, son algunas de las actividades que también se mueven desde el Festival de Alicante.

El director del Festival de Cine de Sant Joan, Javier Ballesteros, secunda la idea de Huesca en una iniciativa que, a su parecer, es imprescindible contar con los exhibidores. «Aunque todo esto se tiene que compensar de alguna manera porque... ¿y quién cubre las pérdidas de estas proyecciones en los cines? Es difícil llevarlo a cabo, a no ser que sea con una subvención o una partida especial».

De cualquier modo, según esgrime Ballesteros, el género del cortometraje, su calidad y presencia en los distintos circuitos, ha mejorado notablemente en los últimos años. Por ello, apunta, hay un gran número de organismos detrás como la Asociación de la Industria del Cortometraje o la Plataforma de Nuevos Realizadores de Madrid que cada vez cobran más fuerza.