Su trabajo consiste en mantenerse impecable. A Alessandra Ambrosio le pagan por ser pluscuamperfecta y, consciente de que envejecer es «inevitable», se cuida pero sin caer en la obsesión. Entre sus secretos, tomar ensaladas, zumos y agua de coco, además de proteger su piel del sol. «Envejecer es inevitable, no me preocupa», dice en una entrevista Alessandra Ambrosio, quien reconoce que se cuida mucho, pero sin caer en la obsesión porque «es importante ser feliz». En cuanto a los retoques y operaciones estéticas, esta modelo, que está entre las mejores del mundo, opina que es «un tema delicado» y que «cada uno puedo hacer lo que desee».

Alessandra Ambrosio, que pertenece a ese selecto club de modelos brasileñas de la década de los 90, procura mantener una dieta equilibrada a base de frutas, verduras, zumos, pescados y carne. «Bebo agua de coco para hidratarme», asegura la modelo quien no renuncia a tomarse algún helado o dulce con su hijos.

«No pasa nada por tomarse una hamburguesa a la semana», dice la top quien define y mantienen su figura haciendo pilates, yoga y meditación, además de contar con un entrenador específico para los glúteos.

Descubierta en 1996, cuando tan solo era una adolescente en un concurso de belleza, Ambrosio reconoce que en su profesión se utiliza Photoshop. «Un poco está bien para corregir luces y conseguir una textura de la piel aterciopelada», explica Ambrosio, que asegura que a veces ve fotos que están «tan retocadas» que las modelos parecen «muñecas de plástico».

Adora su profesión, en la que se siente muy feliz, más ahora cuando existe una gran diversidad física, antes inexistente porque solo se seguía una estética. «Apoyo la decisión de la revistas de incluir modelos XL, tiene que haber pluralidad«, confiesa.

Detrás de ese aspecto impecable y casi angelical, hay una mujer normal y corriente. «Como cualquier mujer, unos días me siento poderosa y otros no me apetece ni levantarme de la cama», comenta.

Considera que la protección solar es la mejor fórmula para preservar la belleza. «En la playa siempre me protejo con pamela, gafas y crema protectora».

Madre de dos hijos, Anja Louise y Noah Phoenix, nacidos de su relación con Jamie Mazur, Alessandra Ambrosio también convive con el estrés que genera la rutina diaria. «Cuando el trabajo me lo permite, me relaja limpiar mi casa, además de jugar con mis hijos, nadar en la piscina o pasear por el campo», dice.

La modelo brasileña tiene un lado humanitario, es embajadora de la National Multiple Sclerosis Society, fundación que lucha contra la enfermedad de esclerosis múltiple. «En mi familia hay una persona con esta enfermedad y siempre quise ayudar a aquellos que la sufren», dice esta modelo de ojos marrones que también colabora con una pequeña asociación que se ocupa del autismo.

Según la revista Forbes, es la quinta modelo mejor pagada del mundo con seis millones de euros al año. «Tengo una vida privilegiada y si con mi imagen puedo ayudar, no lo dudo», expresa esta brasileña que si no fuera modelo «sería diseñadora».

Ambrosio estuvo ayer en Madrid como imagen de la firma de zapatos españoles Xti. «A la mayoría de las mujeres nos encanta los tacones, nos permiten caminar más erguidas, cambian nuestra silueta», puntualiza este ángel de Victoria's Secret que desconoce el número de zapatos que tiene en casa.