El torero Manuel Benítez El Cordobés no acudió ayer al juicio de la Audiencia Provincial de Córdoba donde se dirimía la demanda de paternidad presentada por Manuel Díaz, también llamado El Cordobés, y tampoco impugnó la prueba de ADN que confirma el parentesco con una probabilidad del 99,9 %.

La vista, que se celebró a puerta cerrada, comenzó a partir de las 11.30 horas y duró alrededor de media hora, con una prueba fundamental para dirimir la paternidad que demanda Díaz, de 47 años, sobre el diestro retirado, un análisis genético practicado hace unos días a ambos y que indica que Benítez es el padre del segundo con 99,9 % de probabilidad.

El llamado Quinto Califa, que tiene 79 años, no se presentó a la vista, mientras que su abogado no impugnó ninguna de las pruebas presentadas por el letrado de Manuel Díaz, Fernando Osuna, quien señaló antes de entrar al juicio que «cuando la prueba de ADN da un resultado tan positivo y contundente las demás pruebas son irrelevantes».

Por su parte, el demandante llegó a las 11 horas a la Audiencia Provincial de Córdoba y, ante una avalancha de periodistas, dijo estar «tranquilo» ante la vista porque su madre «ya lo sabía».

A falta de una sentencia que confirme la paternidad, Díaz declaró que era algo que ha sabido siempre porque su madre nunca lo ha ocultado, si bien, el procedimiento judicial que ha interpuesto pretendía «buscar la verdad» de su madre.