«Profundamente triste de que hayan marcado la defunción de Ciudad de la Luz», aseguró sentirse ayer James Martínez, uno de los socios de Cinestudio Ñ, tras desestimarse su propuesta. En su opinión «el aval a primer requerimiento es algo improcedente judicialmente, nuestro equipo legal llegó a la conclusión de que nos dejaba en una situación de indefensión porque la Generalitat puede acceder a ese dinero sin justificación». Por eso, opina, «no se ha presentado nadie». Este grupo ofrecía dar el aval «si aceptaban la propuesta». Para Martínez, especialista en técnología cinematográfica, «respaldarse en que es el pliego que ha aprobado la Unión Europea es «esconderse», porque «el pliego no lo dictó la UE sino el gobierno popular que casi no ha variado con el actual». Respecto a la acreditación de la solvencia afirmó que «deberían haber tenido mejor departamento legal porque han exigido unas condiciones que no son exigibles en este tipo de subasta».