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Productores norteamericanos optan a la compra de Ciudad de la Luz

La empresa Cinespace Ñ presenta la que ayer era la única oferta recibida para adquirir el complejo

Productores norteamericanos optan a la compra de Ciudad de la Luz

Comenzaron a trabajar en el proyecto hace cuatro años; se constituyeron como empresa bajo el nombre de Cinemar y se postularon para tomar las riendas de Ciudad de la Luz; rompieron con su partner español, José Antonio Iniesta, del grupo Santana; dos de los socios visitaron Alicante -aunque no tuvieron acceso a los estudios-, y se quedaron con la miel en los labios -y con el proyecto en el cajón- cuando el nuevo gobierno autonómico paralizó la segunda subasta del complejo cinematográfico alicantino con el objetivo de cambiar el pliego de condiciones con la Comisión Europea y mejorar las directrices de la venta.

Ahora, constituidos como Cinespace Ñ, este grupo de profesionales norteamericanos del sector del cine, firma la única propuesta que en principio se ha presentado en las dependencias de Ciudad de la Luz al concurso público para adquirir los estudios, al entregar su oferta ayer, al límite del cierre del plazo establecido en el pliego de condiciones.

Entre los socios principales, todos ellos del sector de la producción y la tecnología del cine, figuran Fred Fuchs, director de producción de la compañía Zoetrope de Coppola durante doce años y productor ejecutivo de películas como Bram Stoker's Dracula, El padrino III o The Rainmaker; o Roger Spencer Davis, técnico que ha trabajado con directores de prestigio y creador junto a Coppola del sistema Electronic Cinema.

A ellos se suman Michael Mackay, jefe de Technology Officer and Information Architect y principal creador de sistemas de TV por satélite; además de Carolina Cruz Neira, experta en tecnología de la Universidad de Arkansas; el abogado John Kastelic; Antonio Nogal, experto en finanzas; el español Paco Pastor Quereda, de quien partió la iniciativa, y James Bernard Martínez, experto en posproducción y cine digital. Todos ellos respaldados por un grupo de inversores en su mayoría españoles aunque también hay alguno extranjero.

La oferta presentada por Cinespace Ñ contempla la adquisición del total del complejo y el desarrollo de un proyecto «industrial, cinematográfico y tecnológico, porque cine y tecnología van unidos», apuntó ayer James Martínez, encargado de presentar la propuesta, aunque no precisó el valor económico que su grupo está dispuesto a pagar y si la oferta se ciñe al mínimo del 50 por ciento del valor de partida -97 millones de euros- que se establece en el pliego o si es menor a ese porcentaje.

En cuanto a la adquisición de las instalaciones al completo, Martínez destacó que «no lo concebimos de otra forma, y si hubiesen incluido el Centro de Estudios y el edificio de servicios, también». En este sentido, resaltó que «si ganamos el concurso, tenemos la voluntad, si podemos y a los inversores les interesa, de conseguir el resto del complejo para hacer un proyecto industrial que funcione, tal como estaba diseñado».

Respecto al plan de negocio, este grupo apuesta por un proyecto que traiga producciones para rodar, «pero a la vez formar a gente en tecnología y expandir el concepto de que no sea solo rodaje». Según el proyecto, «nuestra propuesta pasa por crear una cantera de artistas e ingenieros digitales, que puedan competir mano a mano con otros países del mundo, para que vengan producciones y se queden un tiempo porque haya profesionales y buenas instalaciones».

La intención de Cinespace Ñ -antes Cinemar- era presentarse a la segunda fase de la subasta, que el gobierno de Ximo Puig consiguió paralizar, en la que el precio mínimo bajaba hasta los 20 millones. Las negociaciones del Consell con la Comisión Europea llevaron sin embargo a modificar algunos aspectos, como elevar ese mínimo a 49 millones e incluir un plan de negocio, que son los que se incluyeron en el nuevo pliego que salió a concurso y que ayer cerró su plazo.

James Martínez, sin embargo, no quiso especificar la cantidad de su oferta, «hasta que no se abran los sobres». Sí afirmó que «hemos trabajado cuatro años para calcular lo que es viable y presentar un proyecto que funcione», por lo que la oferta «se ciñe a lo que es viable industrialmente. Este complejo es industrial y lo que nosotros hemos hecho, con un grupo de expertos que hemos reunido, es hacer una evaluación de lo que puede pagarse por este complejo y hacerlo viable». Por eso, afirmó que la oferta «es realista y lo que un negocio como este puede abordar». También destacó que «hay que hacer además una inversión bastante grande para que esto funcione, yo diría que hay que duplicar la inversión».

Aunque Michael Mackay y Roger Davis visitaron Alicante en enero del pasado año, con el objetivo de conocer el complejo alicantino, no pudieron acceder a los platós, por lo que los socios conocen la estructura y las instalaciones a través de los vídeos que James Martínez ha enviado.

Ahora se abre el proceso de espera hasta el próximo lunes, cuando se proceda a abrir la oferta de Cinestudio Ñ. Ese día se procederá a la apertura del sobre A, que incluye el plan de negocio, los inversores que están detrás de esa empresa, así como si se garantiza la fianza del 5% del total por el que sale a subasta el complejo. Después, la apertura del segundo sobre se hará de forma pública para conocer la cantidad por la que se pretende adquirir el complejo.

Si es menor del 50 por ciento de los 97 millones, la oferta podría considerarse «antieconómica», según el pliego. Si así fuera, al haber una sola oferta, el concurso se declararía desierto, tal como pasó en la primera vuelta, y tendría que abrirse el proceso de liquidación. Esto implica que se entregaría a sus deudores, que precisamente es la Generalitat, porque es a quien debe devolver los 265 millones que ordena Bruselas, lo que abriría un nuevo espacio de incertidumbre y negociaciones.

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