¿Usted ha escrito el libro como experto en salud, en sexo o en vino?
En las tres cosas como buenamente he podido (risas). En salud sexual, lógicamente por mi profesión, que me dedico a la entrepierna del varón. Soy ginecólogo del hombre, que es más fácil de explicar. En vino, estuve un tiempo sin beber y después de hacer una cata de un año descubrí que el vino era muy bueno, que es la bebida de la amistad, de la gastronomía, de la cultura y el paisaje. Como médico, me dediqué a investigar lo posible sobre vino y salud, y está más que fundamentado que el vino mejora la salud vascular y otros aspectos.
La clave está en el equilibrio
Ahí está, hay que educar para que la gente sepa beber, no prohibir, porque parece que tenemos miedo a lo que produce placer o desasosiego. El joven no debe bebeber hasta tener un hígado capaz de metabolizar ese consumo y aprender a beber con moderación puede ser parte de la solución para evitar alcoholismos terribles. Beber vino no es sinónimo de alcoholismo y lo importante es educar para saber beber.
Dice que el vino tiene un gran poder de seducción.
Sí, en el amor y el sexo está claro que con dos copas hay una distancia más corta entre dos personas. En el sexo hay que beber siempre en copa si uno quiere seducir y dedico un capítulo comparando la cata de vino y la humana porque ¿qué es el sexo sino una exploración, como una cata de vino? Y fíjate la cantidad de adjetivos que se utilizan: un vino bondadoso, honesto, sugerente... También comparo tipos de vino y de hombres y mujeres, porque hay quien, como en los vinos, huele primero bien y luego en boca no es como lo imaginabas.
El vino es un vasodilatador perfecto, pero alcohol y sexo no suelen formar buena pareja.
Hay una cosa cierta. Si el cardiólogo dice que el vino es bueno para el corazón, también lo es para la actividad sexual, porque el pene y el clítoris son órganos en los que el sistema vascular es fundamental para una buena relación sexual. Este libro es para que los que beban con moderación sigan, los que no beben se animen a disfrutarlo y los que se pasan bebiendo se lo replanteen.
Al hablar de consumo moderado, ¿de cuánto hablamos?
Según la OMS, en el organismo de una persona sana hablamos de no pasar de 30 a 40 gramos de alcohol al día, 2 ó 3 copas de vino al día, y mejor con las comidas. La cogorza está reñida con el sexo y es un fracaso seguro porque el alcohol en demasía es un neurotóxico y en el estímulo al deseo ocurrirá lo contrario, que la ejecución no se podrá llevar a cabo.
¿Qué emborracha más: el amor o el vino?
Emborracha más el amor, luego el sexo y después el vino, por ese orden.
Después de escribir Historia íntima del pene y ahora este libro, ¿cuál será el próximo?
Creo que me voy a meter con el macho ibérico, a ver si persiste o se ha ido al carajo. Yo defiendo la evolución y hay aún muchos hombres que son auténticos chimpancés y creo que es el hombre el que tiene que defender hoy a un hombre distinto.
