El Centre d'Estudis Contestans (CEC), referente en la divulgación del patrimonio arqueológico de la provincia, se embarcó en 2005 en su primer proyecto internacional de investigación en la India. Once años después, el equipo impulsor del CEC -junto a miembros del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (IVC+R) y de la Universidad de Alicante-, ha concluido la catalogación de un conjunto de pinturas de arte rupestre ubicado en el valle de Kathotiya (en Madhya Pradesh, el centro de la India), uno de los enclaves con mayor concentración de arte rupestre prehistórico en las inmediaciones de Bhopal , que forma parte de la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Un folleto con pinturas rupestres de este país, llegado al CEC a través de un amigo, funcionó como un imán para que los de Cocentaina decidieran ampliar sus horizontes y proponer a las autoridades de la India su colaboración para estudiarlas y catalogarlas. Desde su primera visita al valle en 2005 hasta hoy, el equipo ha llevado a cabo una decena de viajes a esta zona montañosa y selvática, donde han documentado un total de 112 abrigos (cuevas no profundas) rupestres en las montañas.
«Hemos encontrado motivos de todas las épocas, desde el mesolítico, de 8.000 a 10.000 años de antiguedad, al neolítico o calcolítico, hasta pinturas históricas y medievales. Y muchísimas son espectaculares», apunta Pere Ferrer, presidente del Centre d'Estudis Contestans, integrado por medio centenar de socios, historiadores y aficionados, desde los años 70 y que cuenta con una asociación de amigos de doscientas personas.
Estas pinturas recogen «escenas de la vida cotidiana, agrícolas o de caza, batallas, animales... de todo», apunta Ferrer, que añade que todo el equipo ha «disfrutado muchísimo del trabajo, una barbaridad», ya que en ocasiones se hallaban ante abrigos de «cincuenta metros de pinturas y en colores diferentes: blancos, rojos, negros, verdes y amarillos».
El responsable del CEC apunta que muchos motivos son parecidos a los que se pueden encontrar en el arte rupestre del Mediterráneo, «el naturalismo es igual, la fauna también, aunque algunos animales sean distintos, y uno de los propósitos es valorar las diferentes tipologías y formas entre nuestro arte rupestre y el de la India. Las pinturas medievales, por ejemplo, nosotros no las tenemos, aquí no existen», apunta, tras añadir que una de las diferencia que más destaca es el «relleno de las figuras con trazos geométricos -rombos, rayas, etc.- frente a la pintura lisa o silueteada».
El equipo ha visitado abrigos en zonas accesibles y en otras no tanto, ya que han tenido que ascender montañas pedregosas, «y febrero es la mejor época para ir, ya que en verano la zona es selvática e intransitable tras el monzón». Es, además, territorio de cobras y frecuentado por tigres, aunque por el momento no han vivido situaciones de peligro salvo el ataque de unas abejas que acabó con un miembro del equipo en un hospital.
El proyecto ha contado con la colaboración de investigadores indios (del Indira Gandhi National Center for the Arts, primero, y del Lalit Kala National Academy, después) y con la ayuda durante tres años de una subvención de 18.000 euros del Ministerio de Cultura, aunque los años que no ha llegado esta aportación han viajado igualmente a la zona.
Los trabajos tienen por objeto documentar el arte rupestre de este enclave mediante técnicas avanzadas y su estudio arqueológico para mejorar su conservación y divulgación. En la campaña de este año se ha finalizado la catalogación de los abrigos y se ha definido la secuencia estilística en tres de los principales conjuntos.
Los trabajos continuarán durante dos años más, aproximadamente, con el fin de analizar los pigmentos y las superposiciones de dibujos mediante procedimientos informáticos, así como definir las distintas etapas y cronologías, para publicar después un extenso trabajo científico sobre el arte rupestre en Kathotiya.
También se incluye el estudio de las poblaciones tribales que habitan la región del río Betwa, unas comunidades agrícolas que practican la caza y la recolección y que continúan utilizando las cavidades de Kathotiya como lugares de culto.
Otro de los propósitos es realizar una exposición sobre los trabajos de investigación realizados, que negocian en la actualidad con la Embajada de España en Nueva Delhi.
El equipo del CEC no descarta continuar investigando en esta zona de la India, donde hay cientos de abrigos con arte prehistórico, aunque sus miembros siguen saliendo cada fin de semana a recorrer barrancos de la provincia con la esperanza de descubrir algún abrigo nuevo en el territorio, dentro de los cerca de doscientos localizados por esta entidad.
El mayor descubrimiento del Centre d'Estudis Contestans se hizo el 24 de julio de 1980, con la localización del conjunto rupestre del Pla de Petracos, en Castell de Castells. Desde entonces la entidad ha dedicado una parte importante de su actividad al estudio del arte prehistórico, sus prospecciones y la consiguiente localización de nuevos yacimientos.
