Chris Hemsworth está feliz con su vida y su profesión y se le nota. Encadena películas y asegura estar encantado con las oportunidades que ha tenido. «No cambiaría ninguna de ellas», asegura en una entrevista por el estreno de Las crónicas de Blancanieves.

No le importa que le reconozcan principalmente por el personaje de Thor, uno de los superhéroes del momento, y se considera «afortunado por las diferentes historias» que ha podido interpretar.

«El desafío es hacer cosas diferentes aunque sea el mismo personaje y no quedarte estancado en una única cosa», asegura sonriente este actor australiano que no tiene problema alguno en reconocer que su español es muy malo, pese a estar casado con la actriz española Elsa Pataki.

«Puedo entender bien más de lo que puedo hablar, pero es muy poco, es incluso embarazoso. Cada vez que voy a España, mi mujer me dice: "no repitas todo el tiempo las únicas tres cosas que sabes decir"», afirma entre risas este australiano, que considera que socialmente Madrid y su Melbourne natal son muy similares, así que se siente muy cómodo en sus visitas a la capital española.

Cercano, tremendamente normal, en vaqueros y camiseta y lejos de la musculación excesiva que luce cuando interpreta a Thor, Hemsworth encandila a todos los periodistas que pasan frente a él -a cinco minutos la entrevista-, en el set montado en un hotel de Hamburgo (Alemania) para promocionar Las crónicas de Blancanieves: el cazador y la reina del hielo, que llega este viernes a los cines españoles.

Y con el mismo espíritu relajado que muestra a los periodistas se enfrentó de nuevo a su personaje de cazador en esta segunda parte de una historia inspirada muy libremente en el clásico cuento de Blancanieves.

Un poco intimidado, reconoce, por estar a la altura de las tres actrices con las que comparte protagonismo en este filme -Charlize Theron, Emily Blunt y Jessica Chastain-, pero con buenos recuerdos de un rodaje que se convirtió en una especie de «enorme guardería». efe MADRID