Perceval Graells, nacida en Alicante en 1983, es una pintora del color y la forma; Hans Some, nacido en Munich quince años antes, trabaja la escultura. De generaciones, orígenes y disciplinas diferentes, ambos artistas han encontrado un lenguaje común en la abstracción para exponer sus obras de forma conjunta bajo el título de Secret Garden.
La muestra, con una treintena de piezas en comunión, se inaugura mañana a las 20.30 horas en la Casa del Cable de Xàbia (avenida Marina Española, número 6) y permanecerá expuesta durante un mes.
Hans Some y Perceval Graells coincidieron hace tiempo en una exposición en Elche y a partir de entonces cada uno se interesó por el trabajo del otro. «Vimos que teníamos puntos en común, una visión del arte parecida y empezamos a pensar en hacer algo juntos», explica la artista alicantina, que añade que ambos «nos intercambiamos obras y fue a partir de ahí cuando decidimos colaborar y enlazarlas».
Hace un año que comenzaron a trabajar en ello y, tras presentar su proyecto en un par de sitios sin éxito, entraron en la convocatoria abierta por el Ayuntamiento de Xàbia para exponer en sus salas municipales. El resultado se verá mañana en Secret Garden, un título que hace referencia a la expresión del inconsciente, al movimiento y la fuerza que surgen a partir de él, acuñada por el pintor alemán Thomas Bayrle y de la que se han apropiado.
A través de una quincena de obras que aporta cada uno -las de Perceval Graells, elaboradas en técnica mixta sobre lienzo, y las de Hans Some, en acero y bronce- pintura y escultura establecen un diálogo en un mismo idioma: la abstracción.
«Nuestras obras son un poco complejas y en ambos casos hay que ir mirando los detalles, las formas, están unidas por la abstracción», apunta la pintora, que añade que «las piezas de Hans tienen mucho movimiento, mis cuadros también, y los dos trabajamos con trazos gruesos y finos».
Las obras de Perceval Graells forman parte de sus series Lutetia y Moments, alumbradas tras su paso por París y Nueva York, respectivamente, mientras que las escultras de Hans Some, que el pasado año expuso en Colonia, corresponden a sus últimos trabajos.
Como describe Jordi Navas en el catálogo de Secret Garden, la armonía aparece sin co0nflicto en la conjunción de ambos artistas. «Algo en las tripas nos dice que estamos ante una manifestción veraz cuando dos artistas, desde estructuras de lenguaje diferentes, se entienden. Hans Some y Perceval Graells lo hacen. Su acorde suena», apunta el periodista, que añade que poco importa que los procesos artísticos transcurran por rutas paralelas, ya que «el resultado rima porque el receptor reconstruye lo que no existe o lo que existiendo no puede trascender».
